Bruselas (AFP) – La Unión Europea, cuya economía hace agua, abrió sus fronteras el martes a turistas de 15 países, mientras la epidemia mundial de coronavirus que provocó más de 505.000 muertos continúa acelerándose.

La lista, difundida al comenzar la crucial temporada veraniega, incluye Argelia, Australia, Canadá, Georgia, Japón, Montenegro, Marruecos, Nueva Zelanda, Ruanda, Serbia, Corea del Sur, Tailandia, Túnez y Uruguay, el único país de América Latina, así como China, pero este último bajo criterios de reciprocidad.

Los europeos definieron su lista, que se actualizará cada dos semanas, en base a una serie de criterios, entre ellos que la situación de la pandemia sea parecida o mejor a la europea.

Estados Unidos donde la pandemia sigue propagándose, está excluido de la lista. Y es que en las últimas 24 horas, se registraron 42.000 nuevos casos en el país más golpeado por la pandemia, que registra 125.000 muertos y casi 2,6 millones de casos.

Aunque la cifra de fallecidos diarios sigue bajando (355 en las últimas 24 horas), los contagios han aumentado particularmente en los estados más grandes y poblados del sur y el oeste estadounidense: California, Texas y Florida. En muchos lugares cerrarán este fin de semana festivo las playas.

Florida se enfrenta a una «explosión real» de la enfermedad entre los jóvenes, reconoció el gobernador, Ron DeSantis.

Cerca de 10,4 millones de personas se han infectado con el coronavirus desde que se reportó en diciembre en China, y al menos 505.600 han muerto, según un balance de la AFP con cifras oficiales.

Y es que la pandemia «está lejos de haber terminado», recordó la víspera la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Brasil por ejemplo registró la peor semana de la pandemia, con 259.105 casos, y el segundo peor balance de muertes semanales, con 7.005.

En total, el gigante sudamericano ya suma 58.314 muertos y 1.368.195 casos, por delante de Reino Unido con 43.575 muertos (311.965 casos), Italia con 34.744 muertos (240.436 casos), y Francia con 29.813 muertos (200.667 casos).

Negación de la realidad

La alta comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, la chilena Michelle Bachelet, denunció el martes la intimidación de las autoridades en muchos países como China y Rusia, en el contexto de la pandemia y la negación de la realidad de la crisis en otros, como Brasil, Estados Unidos o Nicaragua.

En países como Brasil, Burundi, Nicaragua, Tanzania y Estados Unidos «temo que las declaraciones que niegan la realidad del contagio del virus (…) intensifiquen la gravedad de la pandemia», y criticó a otros como El Salvador por «la aplicación arbitraria y excesiva de medidas», contra el coronavirus.

A medida que una parte del mundo recupera la normalidad, van llegando datos económicos correspondientes al tercer trimestre, que ponen de manifiesto los estragos que ha causado el virus.

Según un estudio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la horas de trabajo en la primera mitad del año descendieron un 14% con relación a diciembre, lo que equivale a 400 millones de puestos de trabajos a tiempo completo.

La región más afectada ha sido el continente americano que perdió 18,3% de horas, seguidos por Europa y Asia Central con el 13,9%.

Por ejemplo en Chile, la pandemia ha dejado en la estacada a buena parte de la clase media que se empoderó durante más de tres décadas de bonanza, en particular a los autónomos y el desempleo subió al 11,2% en el segundo trimestre.

Para enfrentar la crisis el primer ministro británico, Boris Johnson, anunció un plan de inversión pública de 5.000 millones de libras (6.130 millones de dólares, 5.470 millones de euros), inspirado en el «new deal» estadounidense de los años 1930.

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