Ginebra (Suiza).- El 2023 será recordado en América Latina y el Caribe como uno de los años más desafiantes en términos climáticos, marcado por un récord de temperaturas elevadas y eventos climáticos extremos que afectaron gravemente la región. 

Este año, un doble golpe de El Niño y el cambio climático a largo plazo han dejado huellas indelebles en la vida de millones, impactando la salud, la seguridad alimentaria y energética, así como el desarrollo económico.

Según un nuevo informe de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), América Latina y el Caribe experimentaron en 2023 el año más cálido registrado, superando los promedios históricos con aumentos significativos del nivel del mar que amenazan a las comunidades costeras y a los pequeños Estados insulares en desarrollo. 

La Secretaria General de la OMM, Celeste Saulo, resalta la gravedad de la situación: «Desafortunadamente, 2023 fue un año de peligros climáticos récord en América Latina y el Caribe».

Los efectos de El Niño durante la segunda mitad del año, en combinación con el aumento global de temperaturas y eventos climáticos más frecuentes y extremos, fueron claramente perceptibles. 

El huracán Otis, que se intensificó rápidamente antes de devastar Acapulco, México, como un huracán categoría 5, es un ejemplo palpable de estos extremos. Este huracán dejó decenas de víctimas mortales y causó daños multimillonarios. Además, las intensas sequías y las inundaciones trajeron miseria a muchas partes de la región.

Celeste Saulo también mencionó que el río Negro, en Manaos, alcanzó su nivel más bajo en más de 120 años, afectando severamente el transporte a través del Canal de Panamá y perturbando gravemente las operaciones logísticas y económicas de la región.

A pesar de estos desafíos, el informe de la OMM también destaca la necesidad de invertir más en los Servicios Meteorológicos e Hidrológicos Nacionales para mejorar los pronósticos y las alertas tempranas, esenciales para salvar vidas y mitigar el impacto de estos eventos. 

Actualmente, solo el 6% de los miembros de la OMM en América Latina y el Caribe ofrecen servicios meteorológicos completos o avanzados.

La salud pública también se ve amenazada por estos cambios climáticos. El aumento de las olas de calor, la contaminación del aire y la inseguridad alimentaria exacerban las condiciones de salud existentes y promueven la aparición de enfermedades transmitidas por mosquitos, como el dengue. La integración de datos meteorológicos en la vigilancia de la salud muestra avances, pero aún queda mucho por mejorar.

La situación climática de 2023 no solo es un recordatorio de la creciente intensidad y frecuencia de los eventos extremos, sino también un llamado urgente a la acción. 

Es imperativo que las naciones de la región y el mundo reconozcan la gravedad de estos cambios y trabajen conjuntamente para fortalecer las capacidades de respuesta y adaptación a un clima cada vez más impredecible.

La colaboración entre gobiernos, organizaciones internacionales, y el sector privado será crucial para enfrentar estos desafíos. El informe sobre el estado del clima en América Latina y el Caribe no solo informa, sino que también sirve como una guía para la acción futura, asegurando que las generaciones venideras hereden un mundo más seguro y resiliente.

El impacto de El Niño y el cambio climático en 2023 es una clara señal de que debemos actuar ahora para proteger nuestro futuro. La adaptación y la mitigación son más que necesarias; son vitales para nuestra supervivencia y bienestar.