Ciudad de México (México).- En un mundo que enfrenta desafíos crecientes debido al cambio climático, el pueblo wixárika propone una aproximación única y profundamente espiritual para contrarrestar sus efectos. 

Johannes Neurath, investigador del Museo Nacional de Antropología, destacó durante una conferencia reciente cómo este grupo indígena busca restablecer las relaciones con los seres de la naturaleza a través de ceremonias de renovación. 

Esta perspectiva contrasta marcadamente con las aproximaciones más convencionales del ecologismo euro-occidental y las doctrinas judeo-cristianas, las cuales, según Neurath, no logran comprender la importancia de integrar a la naturaleza como un miembro más de la comunidad humana.

«Lo que tenemos que hacer es parar este proceso de correr hacia el último juicio», advirtió Neurath durante el ciclo de conferencias de la exposición temporal Imaginar el fin de los tiempos: historias de aniquilación, apocalipsis y extinción. 

En su crítica al pensamiento apocalíptico predominante en Occidente, el investigador expuso cómo la espera del «fin del mundo» puede socavar los esfuerzos ecologistas, dado que se ve el uso de recursos como hidrocarburos como un paso inevitable hacia un destino preconcebido.

En su intervención, Neurath detalló que, a diferencia de las visiones más utilitaristas de la naturaleza, para el pueblo wixárika los seres de la naturaleza son considerados ancestros y parientes. 

«No es una cuestión de economía o de aprovechar bien los recursos o no, es algo más profundo, tiene que ver con establecer relaciones sociales y vivir mediante una ética comunitaria con estos seres», comentó.

Este enfoque ha sido crucial en cómo los wixárika han manejado diversas crisis a lo largo de la historia, incluyendo las devastadoras enfermedades que los europeos trajeron durante la invasión. 

Frente a la idea contemporánea del «fin del mundo», el pueblo wixárika ha desarrollado estrategias de supervivencia que implican la renovación activa del mundo a través de sus ceremonias.

La importancia de estas ceremonias trasciende su comunidad; invitan a intelectuales, artistas y cineastas a participar y aprender de sus prácticas. Además, han promovido la creación de altares espejo en otras comunidades para amplificar el efecto de sus rituales. 

«Hacen ceremonias en las que invitan a todos los interesados, así como a intelectuales, artistas, cineastas, a celebrar con ellos y sanar esas relaciones con los seres de la naturaleza», añadió Neurath.

Adolfo Mantilla Osornio, curador de la exposición Imaginar el fin de los tiempos, también reflexionó sobre cómo la tradición judeo-cristiana ha construido un escenario apocalíptico en el que predomina la pasividad y la espera, lo cual requiere una revisión profunda de cómo nos relacionamos con el mundo y los eventos que nos rodean.

La exposición, que permanecerá abierta hasta el 12 de mayo de 2024, busca explorar estos temas desde diversos enfoques antropológicos, poniendo especial énfasis en los discursos sobre la Gran Aceleración y la sexta extinción masiva. 

Es una oportunidad única para entender cómo diversas culturas interpretan y responden a las amenazas globales, ofreciendo perspectivas que van más allá del mero análisis científico o económico.