Caracas (AFP) – Juan Guaidó sobrevivió a una de las peores tragedias naturales de Venezuela cuando era un quinceañero y Hugo Chávez cimentaba su revolución. Hoy, presidente del Parlamento e inesperado líder de la oposición, promete desbancar a Nicolás Maduro.

Maduro lo define como «un muchacho jugando a la política», pero Guaidó, un ingeniero industrial de 35 años, le desafía tras calificar como una «usurpación» su nuevo mandato (2019-2025), desconocido por Estados Unidos, la Unión Europea y una docena de países de América Latina.

Espigado y de corto cabello negro que empieza a pintar sus primeras canas, Guaidó se convirtió el pasado 5 de enero en el presidente más joven que haya tenido la Asamblea Nacional.

Nunca había sido el hombre de los grandes discursos, pero le tocó ponerse a la cabeza de una oposición dividida y desestructurada, con sus principales dirigentes encarcelados, exiliados o inhabilitados.

Quizás por ello no se le notó cómodo en su primer discurso como jefe legislativo.

Pero, bajo su dirección, la mayoría opositora del Parlamento declaró «usurpador» al mandatario socialista tras denunciar su reelección como un fraude y prometió una «amnistía» a militares que lo desconozcan. No obstante, las decisiones del Legislativo son consideradas nulas por la Justicia, de línea oficialista.

«Una de sus principales virtudes es armar equipos. Entiende las distintas posturas y hace todo lo que está a su alcance para que sean una sola», comentó a AFP Juan Andrés Mejía, diputado de 32 años formado, como Guaidó, en el partido Voluntad Popular (VP), de Leopoldo López.

Con el paso de los días se le ve más seguro -sonríe en mítines y habla con mayor soltura-, mientras recibe apoyo internacional. El vicepresidente estadounidense, Mike Pence, lo llamó para reconocer su «valiente liderazgo».

– «Cara fresca» –

Al asumir la jefatura del Parlamento, Guaidó, casado y padre de una bebé, se comprometió a encabezar un gobierno de transición que convoque a elecciones, llamó a reactivar las protestas con una «gran movilización» el 23 de enero y pidió apoyo a la Fuerza Armada.

«Soy un sobreviviente, no una víctima», dijo, recordando la tragedia de Vargas, cuando aludes provocados por torrenciales lluvias dejaron miles de muertos en diciembre de 1999. Chávez, quien gobernó hasta su muerte en 2013, tenía solo 10 meses en la presidencia.

Guaidó vivía entonces con su madre y sus cinco hermanos menores en el costero estado Vargas. «Sé lo que es tener hambre», contó.

Comenzó en la política con la generación de universitarios que se opuso a Chávez con masivas manifestaciones en 2007. El movimiento derivó en la única derrota electoral del fallecido líder socialista, en un referendo para reformar la Constitución.

«Guaidó es una cara fresca, considerado un hombre de consensos por los moderados y respetado también por los radicales por haberse resteado en las protestas», comentó a la AFP Diego Moya-Ocampos, analista del IHS Markit, con sede en Londres.

En 2009 fue miembro fundador de VP, del que ha terminado siendo el rostro más visible, pues López guarda prisión domiciliaria por las protestas contra Maduro de 2014 y Freddy Guevara -llamado a sustituir al líder mayor- se refugió en la Embajada de Chile, acusado por las violentas manifestaciones de 2017.

– «Ojalá no nos defraude» –

Guaidó, quien participó activamente en las protestas, fue elegido diputado suplente en 2010 y legislador titular en 2015, por su natal Vargas.

Se abrió paso con denuncias de corrupción en la estatal petrolera PDVSA, mientras la producción de crudo de Venezuela colapsaba y la crisis se agravaba, con hiperinflación y escasez de alimentos básicos y medicinas.

Pero estaba lejos de los primeros planos. «De verdad, no sabía quién era. Ojalá no nos defraude», reconoció a AFP José Hernández, un administrador de 24 años que asistió a un acto en su apoyo.

No faltan quienes le piden asumir el poder. Almagro, secretario general de la OEA y enemigo jurado de Maduro, le etiquetó como «presidente interino».

Es un «juego complicado», dice Mejía. Venezuela, agrega, «es un país acostumbrado al personalismo y al caudillismo y se está colocando una carga grande sobre Juan. El cambio no depende solo de él, depende de todos».

Maduro le tildó irónicamente como «presidente de la república de Wikipedia», ante ediciones en los perfiles de ambos en esa web para cuestionar su mandato.

Iris Varela, la ministra de Servicios Penitenciarios, le amenazó con cárcel: «Ya te tengo lista la celda».

La amenaza parecía concretarse el pasado domingo, cuando el servicio de inteligencia lo detuvo por una hora. El gobierno aseguró que los agentes actuaron unilateralmente y 12 efectivos fueron detenidos.