La arepa es el símbolo gastronómico que representa a la cultura venezolana más allá de sus fronteras.

Ese pan redondo, cuyos orígenes se remontan mucho antes de la llegada de los españoles a América, ha evolucionado hasta tomar la forma y variedad con la que se conoce actualmente.

Su nombre, de acuerdo con la Real Academia Española, deriva del cumanagoto erepa, que significa maíz, elemento básico de su elaboración.

Con los años, este alimento, que nunca ha faltado en la mesa del venezolano, trascendió más allá de la cocina de los hogares y comenzó a comercializarse en todo el país.

En la mayoría de los pueblos y ciudades de Venezuela, unas señoras se encargaban de preparar y vender arepas, se les podía comprar también la masa. Las arepas eran muy sabrosas y se podían comprar a la hora de las comidas para que llegaran calentitas a la mesa. Digamos que al principio la arepa era hogareña.

Un plato que se convirtió en “comida rápida”

Es a finales de los años cuarenta y principio de los cincuenta cuando comienza a hablarse en la ciudad de Caracas de las tostadas, es decir, arepas rellenas. Así aparecieron las famosas areperas.

Era la época en la cual Europa atravesaba terribles consecuencias políticas y económicas producto de la Segunda Guerra Mundial, fueron muchos los habitantes del viejo continente que buscaron nuevos horizontes en América. Precisamente en ese momento el negocio de las arepas se fue en ascenso, saliendo de las mesas hogareñas a la vía pública.

Los inmigrantes, principalmente italianos, españoles y portugueses llegaron a tierras venezolanas con deseos de trabajar. Tenían mucho ímpetu en las jornadas de trabajo, empujados por el interés de mejorar su situación económica y traer a su familia, ya que la mayoría venían sin ella.

Estos inmigrantes trabajaban en las importantes construcciones durante el gobierno de Marcos Pérez Jiménez, estaban siempre dispuestos a hacer horas extras. Aprendieron a comer arepas de los obreros venezolanos quienes la llevaban como almuerzo, las cuales eran grandes y rellenas mayormente con carne mechada.

Los inmigrantes la probaron y les gustó, así que les encargaban a los venezolanos arepas y las acompañaban con una refrescante gaseosa.

La llegada de la harina de maíz precocida, en 1954, permitió que no desapareciera la arepa. Las señoras que las hacían para vender preferían esta versión, ya que eran muy fáciles de preparar y no tenían que pasar por el proceso pesado de hacerlas con maíz pilado.

Llegó el momento en que las famosas arepas rellenas que la gente también llamó “tostadas” dieron un giro.

Un pan sencillo con muchos nombres

Fue en el año 1955, con la aparición de los Hermanos Álvarez , quienes fueron excelentes influyentes en el comercio de arepas. Estos ocho hermanos trujillanos se asentaron en Caracas y comenzaron con el negocio de venta de empanadas en la parroquia San Juan. Su negocio creció y se desarrolló, así que se convirtieron en noticia.

Es cuando deciden acercarse más hacia el centro de la ciudad, precisamente en la esquina de Madereros cerca de la Plaza Miranda. En su negocio, al que bautizaron “El Chance”, comenzaron a vender las arepas rellenas. Cada arepa tenía su nombre y es un placer saber que esta tradición se mantiene.

Se dice que el primer cliente fue un joven músico venezolano, quien degustó una deliciosa arepa de queso de mano. Por supuesto que le encantó, le parecieron buenísimas. Su nombre era Alfredo Sadel.

Los Álvarez solían decir a sus amigos que este joven talentoso les había dado suerte. Cabe señalar que ellos tenían el elemento periodístico y noticioso, un plus que no tenían otras areperas de Caracas.

En 1955, ocurrió otro suceso a favor de los Hermanos Álvarez. Por primera vez se gana un evento de belleza internacional y la hermosa Susana Duijm fue coronada Miss Mundo. El país estaba emocionado, todos hablaban de La Reina Susana.

Era el momento de bautizar una nueva creación para homenajear a la digna embajadora de la belleza venezolana. Elaboraron una arepa rellena de pollo horneado, con aguacate y mayonesa, la cual deciden bautizar con el nombre de “La Reina”.

Los hermanos Alvarez pensaron que, si le ponían el nombre “Susana” la muchacha o la familia se podrían disgustar, así que deciden agregarle un término muy caraqueño de la época: “pepiada” (sinónimo de excelencia en esos tiempos). Le faltaba algo al mercadeo, así que vistieron de reina a una sobrinita, la fotografiaron y colocaron la imagen en una especie de altar donde ponían “Pidan La Reina … Pepiada”.

Se comenta que la mismísima Miss Mundo estuvo involucrada. De acuerdo con la historia de la época, un señor fue a comer una arepa y les preguntó por qué tenían a la muchachita allí. Los Álvarez le explicaron que era un homenaje a la señorita Susana y resultó que, este señor era el mismísimo papá de Susana Duijm.

“¡Pero si yo soy el papá de Susana! ¡Se las voy a traer para acá!.”, les dijo.

Y fue así como un viernes por la noche se apareció con su hija. Miss Mundo se comió la arepa.

“Esta reina está pepiada, yo les autorizo para que pongan mi foto en lugar de la niñita”, dijo Susana Duijm. Y pusieron la foto de la reina con la Reina Pepiada.

Celebración mundial de la gastronomía venezolana

Las arepas son un testigo de la evolución de Venezuela, ha superado los cambios de hábitos, así como las transformaciones desde el punto de vista tecnológico y económico. La importante acción de los Hermanos Álvarez le dieron una interesante connotación de comida rápida.

Actualmente cuando la diáspora es tan alta, son muchos los venezolanos sobre todo jóvenes y profesionales que han instalado negocios de ventas de arepas en otras latitudes.

Con la jocosidad que caracteriza al venezolano, la digna embajadora se puede encontrar con distintos rellenos y divertidos nombres: La Catira, Reina Pepiada, Dominó, Perico, La Pelúa, Patapata, La Gringa, Llanera, La Rumbera y pare de contar. Suelen decir que “la vida es como la arepa, sabe a lo que uno le ponga” .

Para celebrar este símbolo de orgullo del pueblo venezolano, en el año 2012 se llevó a cabo el Arepazo Mundial. Desde entonces cada segundo sábado de septiembre se celebra el Día Mundial de la Arepa, con el apoyo de las redes sociales se promociona el hashtag #DiaMundialDeLaArepa.

Las redes sociales han contribuido a extender esta celebración entre los venezolanos asentados en diferentes partes del mundo. El festejo incluye compartir fotos, vídeos e ideas originales para dar a conocer esta parte de la cultura venezolana.

Sólo hace falta prepararla o comprarlas a través del delivery, con el relleno de tu preferencia. Le tomas una foto, la compartes en las redes sociales y lo más importante, disfrutarla.

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