Asunción (AFP) – Las clases presenciales en todos los establecimientos educativos de Paraguay estarán suspendidas hasta diciembre, como medida de prevención por la epidemia de COVID-19, anunció este lunes el presidente Mario Abdo Benítez.

«Sabemos que es una decisión sin precedentes. Pido la colaboración de padres, madres y docentes», expresó el jefe de Estado en presencia de periodistas.

«Se va a construir una capacidad diferente utilizando la tecnología», agregó Abdo, quien remarcó que las autoridades educativas trabajarán en el desarrollo de clases virtuales.

Paraguay abandonará en forma gradual el 4 de mayo la cuarentena obligatoria, que solo permite concurrir a los supermercados y farmacias, bancos y financieras, y que rige desde el 10 de marzo, fecha en la que también quedó suspendida la actividad escolar.

Con una población de poco más de 7 millones de habitantes, este país sudamericano registró hasta el domingo 228 casos de COVID-19, 93 recuperados y 9 muertos, cifras que lo sitúan entre los menos afectados de la región.

Según el gobierno, los menores de edad no constituyen un grupo particularmente vulnerable al coronavirus, pero el volumen de personas que se movilizan en las comunidades educativas constituyen un factor de propagación.

El ministro de Salud, Julio Mazzoleni, agregó que la proximidad de la temporada invernal, época en la que se registra normalmente la circulación de los virus respiratorios que generan un estrés sobre el sistema de salud.

«Esto implicará un riesgo mayor en el contexto de la epidemia», subrayó.

«A pesar de ser un grupo teóricamente menos vulnerable, los niños igualmente pueden contagiarse y eso es un riesgo sobre todo a aquellos que tengan una enfermedad de base», explicó.