Santiago (Chile).- En un paso decisivo hacia la integración y el reconocimiento del cine regional, la Academia de las Artes Cinematográficas de Chile ha anunciado la creación del Premio Lihuén a la Mejor Película Iberoamericana, un galardón anual que celebra lo más destacado de la cinematografía de Iberoamérica.
Esta nueva iniciativa no solo busca premiar la excelencia artística, sino también consolidar un espacio permanente de intercambio entre las naciones que conforman la vibrante comunidad audiovisual de habla hispana y portuguesa.
El galardón nace con una ambición clara: convertirse en una referencia continental para el cine iberoamericano. En su primera edición, ya cuenta con diez películas candidatas provenientes de países tan diversos como República Dominicana, Portugal, Uruguay, Brasil, México, España, Colombia, Venezuela, Argentina y Panamá, lo que demuestra la atención y el interés que ha generado esta propuesta.
Las obras seleccionadas competirán por el reconocimiento de la Academia de Cine de Chile, cuyos miembros elegirán a la película ganadora mediante votación interna.
Para Gabriel Díaz, vicepresidente de la Academia chilena, la instauración de este premio representa la consolidación de un trabajo institucional sostenido.
«Este hito da cuenta de la madurez y sostenibilidad que hemos ido construyendo como Academia, en constante aprendizaje con las instituciones hermanas en la región y con el apoyo de EGEDA y el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio», dijo Díaz.
«Nuestro objetivo es que este esfuerzo consolide en Chile una instancia de intercambio con la comunidad cinematográfica iberoamericana y entre las personas que sostienen esta industria».
La presidenta de la institución, María Elena Wood, enfatiza el valor simbólico del Premio Lihuén
«Esperamos que el premio no solo sirva como un reconocimiento a la excelencia cinematográfica y a la diversidad cultural y artística de nuestros pueblos, sino también como un símbolo de unidad y cohesión entre nuestras academias e instituciones cinematográficas en un escenario internacional en que nuestro cine está ganando cada vez más fortaleza».
Actualmente, 14 academias conforman la Federación Iberoamericana de Academias de Cine (Fiacine). De estas, solo algunas entregan un reconocimiento específico a la mejor película iberoamericana: el Goya (España), el Ariel (México), el Macondo (Colombia), el Colibrí (Ecuador) y el Gran Premio Otelo (Brasil).
A partir de 2025 se sumarán a esta lista Argentina, Venezuela y ahora Chile, lo que refuerza la necesidad de consolidar una red colaborativa que promueva el talento regional.
Hasta ahora, Chile no contaba con un galardón propio para esta categoría, lo que representaba una ausencia significativa, sobre todo considerando que el país asumirá la presidencia de Fiacine para el periodo 2025–2027.
La creación del Premio Lihuén viene así a cubrir un vacío tanto simbólico como estratégico, posicionando a la nación como un actor clave en el diálogo cultural iberoamericano.
El cine chileno ha ganado notoriedad internacional en los últimos años con una presencia constante en festivales y premios internacionales. Ha obtenido dos Premios Oscar, seis Goyas y múltiples nominaciones al Ariel, lo que respalda su calidad y proyección global.
La Academia de Cine de Chile, fundada en 2018, se ha convertido en un espacio de articulación para más de 400 profesionales del sector, incluyendo directores, guionistas, técnicos y actores. La institución ha sido crucial en la profesionalización del rubro y en la representación de la producción audiovisual chilena en el extranjero.
Las diez películas nominadas para la primera edición del Premio Lihuén son una muestra representativa de la diversidad narrativa y estética de la región:
- Ainda Estou Aqui, de Walter Salles (Brasil);
- El Eco, de Tatiana Huezo (México);
- El Jockey, de Luis Ortega (Argentina);
- La Infiltrada, de Arantxa Echevarría (España);
- La Suprema, de Felipe Holguín Caro (Colombia);
- Pérez Rodríguez, de Humberto Tavárez (República Dominicana);
- Revoluçao (sem) Sangue, de Rui Pedro Sousa (Portugal);
- Agárrame fuerte, de Ana Guevara y Leticia Jorge (Uruguay);
- Los herederos, de Pablo de la Barra (Venezuela); y
- Tumbadores, de María Isabel Burnes (Panamá).
La entrega del premio será una oportunidad no solo para celebrar la calidad del cine iberoamericano, sino también para estrechar vínculos institucionales y generar nuevas colaboraciones entre países.
Más allá del trofeo, el Premio Lihuén busca convertirse en un vehículo de integración, visibilidad y fortalecimiento mutuo en un contexto donde la identidad cultural compartida es una ventaja invaluable.
Con esta iniciativa, Chile reafirma su compromiso con el cine como herramienta de expresión, memoria e identidad. El Premio Lihuén no solo llenará un vacío en el panorama de reconocimientos regionales, sino que promete convertirse en un faro para los talentos iberoamericanos que encuentran en la pantalla grande una vía poderosa de comunicación y transformación.
Para conocer más detalles sobre las películas candidatas y las bases del premio, se puede visitar el sitio oficial premioslihuen.cl.