Santiago (AFP) – La pandemia canceló en 2020 la despedida de la brasileña Andreza Randisek tras 24 años como primera figura del Ballet chileno. Ahora, con la situación más controlada, el Teatro Municipal de Santiago, el principal del país, reabrirá sus puertas y ella podrá ofrecer su última función.

Gracias a su buena preparación física y disciplinado entrenamiento, la bailarina estrella del Ballet de Santiago logró estirar su carrera hasta los 45 años.

A principios de 2020, Randisek iba a retirarse presentando el ballet Carmen, una coreografía creada por la eximia bailarina brasileña y exdirectora del ballet chileno Marcia Haydée, adaptación de la famosa ópera homónima de Bizet.

Pero la llegada de la pandemia a Chile en marzo forzó el cierre de esta emblemática sala inaugurada en 1857, por lo que se canceló la presentación.

«El covid me dejó la cicatriz de la pena al no poder haber hecho el ballet que estaba programado para mi retiro», dice Randisek a la AFP.

Diecisiete meses después, el teatro reanudará sus funciones este miércoles gracias al retroceso del covid-19 en Chile, que registra menos de mil nuevos contagios diarios desde hace semanas.

En el reestreno, la bailarina se despedirá con una actuación más acotada: un «Pas de Deux» (un dúo), parte del Ballet de Carmen que iba a presentar.

«Es muy paradójico que yo vuelva para irme. Yo había soñado retirarme con un ballet completo, pero estoy siendo bendecida por poder pisar el escenario de nuevo para irme», asevera Randisek, quien espera dedicarse a enseñar danza.

«No sabemos que va a pasar después y nos pareció que era el momento para hacerlo», manifiesta, por su parte, Luis Ortigoza, director artístico del Ballet de Santiago.

El programa de ballet se llamará «Trilogía +1» e incluirá otras tres presentaciones: el «Réquiem para una rosa», de la coreógrafa belga-colombiana Annabelle López Ochoa; «Tres preludios», del coreógrafo británico Ben Stevenson; y «La 5ª», de Esdras Hernández, con la Orquesta Filarmónica de Santiago.

El teatro acotó su aforo a 500 espectadores -de un total de 1.500- y para ingresar se exigirá certificado de vacunación contra el covid-19 y mascarilla.

El arte de sanar –

En este retroceso de la pandemia mucho tiene que ver el acelerado proceso de vacunación en Chile, que comenzó de forma masiva el 3 de febrero, y que siete meses después tiene a 13 millones de sus 19 millones de habitantes con el esquema de inmunización completo.

Gracias a esto también retornaron los fanáticos a los estadios, a los conciertos y al cine, aunque con capacidad reducida y el uso obligatorio de mascarilla.

También se permitió la reapertura de centros culturales, los pubs con música en vivo y las presentaciones de humoristas.

«El arte no solo es belleza, es muy importante para las personas habiendo estado encerradas poder participar de un momento artístico, el arte es uno de los grandes sanadores», dice Marcela Goicoechea, maestra del Ballet de Santiago.

Goicoechea cuenta que para sus bailarines la pandemia ha sido compleja. Tuvieron que ensayar por videoconferencias o redes sociales, en espacios pequeños, apoyados en sillas o mesas de sus casas, dificultando sus trabajos.

«Después de 17 meses en casa, estar de vuelta es una sensación muy rica», afirma el bailarín Cristopher Montenegro.

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