El Comité del Patrimonio Mundial inscribió el martes 13 sitios culturales en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO, de los cuales cinco se ubican en América Latina.

La inscripción de estos sitios en la lista del Patrimonio Mundial fue anunciada por la Unesco en el marco de la 44ª reunión del comité a cargo de analizar las candidaturas para esa prestigiosa nómina que se celebra de manera virtual desde Fuzhou (China).

Desde su creación, el Comité del Patrimonio Mundial, compuesto por representantes de 21 Estados, ha inscrito en la lista más de 1.100 sitios de más de 165 países.

Brasil – Sitio Roberto Burle Marx

La finca de las afueras de Río de Janeiro que perteneció al brasileño Roberto Burle Marx (1909-1994), creador de los jardines tropicales que revolucionaron el paisajismo, fue reconocida como parte del Patrimonio Mundial por la Unesco.

Reconocido en la categoría de sitios culturales, el Sitio Roberto Burle Marx es el 23º bien brasileño incluido en la lista.

Adquirida por Burle Marx y su hermano en 1949, la propiedad era una antigua hacienda de café y banana ubicada en medio de una densa mata atlántica, unos 50 km al sur de Río.

Este fue «el laboratorio de experiencias botánicas y paisajísticas de Burle Marx. Aquí aprendió y entendió cómo funcionaban, biológica, ecológica y estéticamente las especies que luego aplicó en los jardines», dijo a la AFP la bióloga Suzana Bezerra, una de las educadoras que trabaja en el lugar, convertido en museo.

Hijo de un migrante judío alemán y de una brasileña de origen francés, Burle Marx fue un pionero de la ecología y uno de los primeros en utilizar flora nativa en lugar de traerla de Europa.

En sus expediciones descubrió decenas de especies y a lo largo de su vida diseñó más de 3.000 parques y jardines públicos y privados, la mayoría en Brasil, pero también en Venezuela, Estados Unidos y el sudeste asiático. 

Entre sus obras de paisajismo más destacadas figuran las famosas aceras de la playa de Copacabana, el Aterro do Flamengo (construido sobre terraplenes frente a la Bahía de Guanabara) y los jardines de Brasilia, la capital diseñada y construida por el urbanista Lúcio Costa y el arquitecto Oscar Niemeyer.

Tras pasar por una renovación y después de diez meses cerrado al público por la pandemia, el sitio reabrió en enero pasado.

Perú – Complejo arqueoastronómico Chankillo

El observatorio solar de Chanquillo en la costa de Perú, cuna preincaica de la astronomía en América, fueron construidas hace 23 siglos sobre una colina en medio del desierto, las 13 torres del observatorio de Chanquillo.

Son mucho más antiguas que el imperio inca (que floreció en el siglo XV), según determinaron dos arqueólogos en 2007.

El significado de estas ruinas, situadas cerca de la costa y a 370 km al norte de Lima, fueron por mucho tiempo un misterio para los científicos e historiadores, hasta que fue descifrado por Ghezzi y el arqueo-astrónomo Clive Ruggles, de la Universidad de Leicester en el Reino Unido.

Construidas por la cultura Casma-Sechín, con una orientación norte-sur, las torres fueron colocadas para marcar el paso de los meses, los solsticios y los equinoccios. Este calendario gigante funciona como un reloj solar pero a lo largo de un año y posee una gran exactitud.

El observatorio no está actualmente abierto para ser visitado por turistas, porque se encuentra en proyecto de conservación.

Perú tiene otros 12 sitios en la lista de Patrimonio de la Humanidad de la Unesco, entre los que destaca la ciudadela inca de Machu Picchu, desde 1983.

Uruguay – Iglesia de Atlántida

De líneas abovedadas y ladrillos a la vista que realzan su belleza arquitectónica, la iglesia uruguaya de Atlántida que este martes ingresó al Patrimonio Mundial de la Unesco es la obra maestra del ingeniero Eladio Dieste y rinde homenaje a los fieles más humildes.

Creada entre 1958 y 1960, la Iglesia de Cristo Obrero ubicada a unos 46 km al este de Montevideo es una de las obras más relevantes de Dieste (1917-2000) y probablemente la más conocida entre los entendidos en arquitectura a nivel internacional.

La construcción se distingue por sus paredes y techos ondulados, el color rojizo de sus ladrillos y la ausencia de columnas o vigas. Su diseño es característico de este ingeniero devenido arquitecto cuyos geniales edificios materializan la belleza abstracta de funciones matemáticas. 

La iglesia se convierte en el tercer sitio de Uruguay declarado Patrimonio de la Humanidad, luego del Barrio Histórico de Colonia del Sacramento, en el suroeste del país, y las instalaciones del ex Frigorífico Anglo, hoy Museo de la Revolución Industrial, en Fray Bentos, sobre el río Uruguay.

Además, el país cuenta con dos expresiones consideradas Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad: el Tango (compartido con Argentina) y el Candombe.

Chile – Momias Chinchorro

Las enigmáticas momias Chinchorro, declaradas Patrimonio Mundial por la Unesco, son consideradas las más antiguas del mundo realizadas deliberadamente por el hombre y fueron descubiertas en el desierto costero del norte de Chile.

Estas momias hechas artificialmente y que datan de más de 5000 años antes de Cristo, unos dos mil años más antiguas que las de Egipto, fueron halladas a principios del siglo XX en la región de Arica y Parinacota.

Con esta nominación «la Unesco válida a nivel internacional, mediante diferentes expertos, que los asentamientos y la momificación artificial de la cultura Chinchorro tiene un valor excepcional, que tiene una importancia mundial», dijo a la AFP el antropólogo chileno Bernardo Arriaza, uno de los gestores de la postulación.

«Se reconoce así el valor excepcional del más antiguo proceso de momificación universal de cuerpos en el mundo», indicó el presidente Sebastián Piñera, en su cuenta de Twitter.

Las Momias Chinchorro se unen a las Oficinas salitreras de Humberstone y Santa Laura, el Parque Nacional Rapa Nui, las Iglesias de Chiloé, Campamento Sewell, el área histórica de la ciudad-puerto de Valparaíso, y a Qhapaq Ñan-Sistema Vial Andino, como los sitios chilenos declarados Patrimonio Mundial por la Unesco, según un comunicado del Ministerio de las Culturas.

México – Catedral de Nuestra Señora de la Asunción de Tlaxcala

El convento y catedral de Nuestra Señora de la Asunción en Tlaxcala, hito primigenio de la evangelización y laboratorio de la sociedad colonial que dio origen al México de hoy, edificado por misioneros franciscanos y constructores indígenas en 1526.

Fue el primero en su tipo en la naciente Nueva España, años antes de la conquista del imperio Inca en Sudamérica.

Pionero del arte y la arquitectura hispanoamericanas, el monumento es una de 15 edificaciones que misioneros franciscanos, dominicos y agustinos construyeron hace cinco siglos en la ladera del volcán Popocatépetl y que resultó un pilar de la colonización de los territorios de la Nueva España.

Catorce de ellos figuran desde 1994 en la lista de patrimonio de la Unesco, por lo que la inclusión de la catedral de Tlaxcala repara una vieja omisión.

El proyecto arquitectónico, su decoración, el claustro y las estancias, además de un programa pictórico que aún sobrevive, evidencian la calidad de los maestros indígenas que participaron en su construcción y en sus soluciones estéticas.

Expertos citados por la secretaría destacan también su «alto grado de autenticidad» en diseño, materiales y elementos decorativos, así como en el hecho de que el templo conserve sus funciones originales.

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