Brasilia (AFP) – El ministro de Medio Ambiente de Brasil, Ricardo Salles, aseguró que la deforestación amazónica empezará a frenarse este semestre y pidió a los grandes fondos mundiales de inversión que inviertan en proyectos ambientales en el país sudamericano.

«El primer paso, que ya puede ser alcanzado este año a partir del segundo semestre, es poner fin, parar el aumento de la deforestación», dijo Salles el martes en una entrevista con la AFP, sin detallar las metas, en momentos en que los incendios marcan récords en la región amazónica y el Pantanal.

«Y a partir del año que viene, [vamos a] reducir la deforestación para volver a tener índices decrecientes. El compromiso brasileño es reducir a cero la deforestación ilegal para 2030», en cumplimiento del Acuerdo de París contra el cambio climático, agregó en la entrevista realizada en su despacho en Brasilia.

Las datos satelitales del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE) revelan que la deforestación amazónica, motivada por la tala ilegal de madera, la minería y la ganadería registró en el primer semestre un aumento de 25% respecto al mismo periodo de 2019, un año en que batió todos los récords desde 2015.

El INPE detectó por otra parte en julio, inicio de la temporada seca, un aumento de 28% de focos de incendio en la Amazonía. En el Pantanal, uno de los mayores humedales del planeta, se triplicaron, en el peor registro para ese mes desde que empezaron las mediciones hace más de 20 años.

Salles, un abogado de 45 años, fue blanco en 2019 de duras críticas dentro y fuera de Brasil por el alarmante aumento de los fuegos y por su alineamiento con los llamados del presidente de ultraderecha Jair Bolsonaro para a abrir la selva tropical a la minería y la industria agropecuaria.

El gobierno dio señales de moderar su postura, después que en junio un grupo de fondos de inversión de Europa, Asia y Sudamérica que administran colectivamente cerca de 4 billones de dólares amenazara con retirar sus operaciones de Brasil si el gobierno no actuaba para frenar la deforestación.

«Adopta un parque»

Salles, que niega haber propiciado un «desmonte del sistema de protección ambiental», afirmó que su gobierno «está apretando mucho la vigilancia». Admitió que el Ibama y el ICMbio, dos agencias estatales de temas ambientales, tienen un déficit del 50% de personal, pero dijo que este viene de los últimos diez años.

Y mencionó la operación militar lanzada para combatir los incendios y la deforestación como pruebas de la determinación del gobierno, que en julio prohibió el uso del fuego en la agricultura por 120 días.

Esas operaciones están coordinadas por el recién creado Consejo de la Amazonía, dirigido por el vicepresidente Hamilton Mourao, quien de hecho dejó en una posición subalterna a Salles en los temas ambientales de esa región.

Mourao pidió recientemente a los fondos que inviertan en proyectos gubernamentales como ‘Adote um Parque’ (Adopte un parque), por el cual serán ofertados más de cien parques nacionales, que equivalen a un 15% de los 4,2 millones de km2 de la Amazonía brasileña, a empresas privadas interesadas en su mantenimiento y conservación.

El vicepresidente está negociando además con Noruega y Alemania la reactivación del Fondo Amazonía, suspendido el año pasado en la crisis de los incendios.

En la entrevista del martes, Salles volvió a criticar a los países ricos por no activar el mercado de carbono, una iniciativa prevista en el Acuerdo de París sobre el clima para reducir las emisiones de CO2 y que podría beneficiar a países como Brasil.

«Hay una incoherencia en decir ‘Cuida de la selva, pero el dinero que te podría dar no te lo voy a dar porque no voy a comprar el crédito de carbono brasileño», declaró.

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