EEUU considera
El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence (D), y el autoproclamado presidente interino de Venezuela, Juan Guaidó, participan de una reunión de cancilleres del Grupo de Lima, en Bogotá, el 25 de febrero de 2019 © AFP/Archivos Diana Sanchez

Washington (AFP) – Estados Unidos considera «irresponsable» descartar una intervención militar en Venezuela para propiciar la salida del poder de Nicolás Maduro, dijo el martes un alto funcionario del gobierno de Donald Trump, tildando de «dictador» al mandatario.

«Sería irresponsable que el gobierno de Estados Unidos descartara el uso de las fuerzas militares», dijo el funcionario durante una audioconferencia con periodistas bajo condición de anonimato.

La fuente se pronunció desde Bogotá, adonde viajó el lunes junto al vicepresidente estadounidense, Mike Pence, para participar en una reunión del Grupo de Lima sobre la situación en Venezuela, sacudida desde hace un mes por la pugna por el poder entre Maduro y el jefe parlamentario Juan Guaidó, reconocido como presidente interino por Estados Unidos y medio centenar de países.

La cita del bloque regional, creado en 2017 por una docena de naciones latinoamericanas y Canadá para buscar una salida pacífica a la crisis venezolana, concluyó con una declaración que excluye la opción militar.

«Respetamos obviamente la postura del Grupo de Lima y son importantes aliados nuestros, particularmente en la vía diplomática», dijo el alto funcionario estadounidense.

«Pero Estados Unidos no es miembro del Grupo de Lima, somos observadores. Y en cuestiones del uso de fuerza militar eso es netamente una decisión del presidente y del gobierno de Estados Unidos. Son dos cosas separadas», añadió.

El funcionario reiteró que la alternativa militar en Venezuela es algo que Trump «ha dejado muy en claro» y destacó que Pence planteó ante el Grupo de Lima que la Casa Blanca considera «absolutamente» todas las posibilidades para resolver la crisis.

Quienes reconocen la autoridad de Guaidó impulsan la partida de Maduro, cuya reelección consideran ilegítima, y apoyan los esfuerzos de instalar un gobierno de transición y organizar nuevas elecciones.

«Mientras seguimos ejerciendo presión económica y diplomática sobre el régimen de Maduro, confiamos en una transición pacífica a la democracia; sin embargo, el presidente Trump ha dejado en claro que están todas las opciones sobre la mesa», dijo Pence el lunes en Bogotá.

Guaidó, que se reunió con Pence en Colombia, anunció que regresará a Venezuela esta semana, tras haber burlado una orden de la justicia que le impedía salir del país. «Mi deber es estar en Caracas a pesar de los riesgos», dijo el martes desde Bogotá.

«Cualquier daño hacia Guaidó traería serias consecuencias. Sería la peor decisión, a lo mejor una de las últimas decisiones de Maduro», advirtió el alto funcionario al ser consultado sobre la seguridad del líder opositor.

– ¿Una nueva Cuba? –

Estados Unidos descarta por otra parte la posibilidad de que Venezuela se convierta en otra Cuba, que el 1 de enero conmemoró 60 años de revolución liderada por Fidel Castro, a pesar del embargo económico estadounidense impuesto en 1962.

«Es imposible. La situación de Cuba no se podría reproducir. La única manera que se pudo sostener Castro en el poder fue por los masivos subsidios de la Unión Soviética (desaparecida en 1991) y después por los masivos subsidios de Hugo Chávez y (su sucesor) Nicolás Maduro», indicó.

Agregó que Venezuela, a diferencia de Cuba, es «un país de fronteras, relativamente abierto» y con «una larga tradición democrática», y aseguró que el rechazo a Maduro es «masivo».

«La única manera en que Maduro ha podido mantener cierto poder ha sido por los ingresos del petróleo para sobornar y corromper, y al eso ya no existir, no podrá hacerlo», dijo, anticipando que Washington incrementará aún más «la persecución financiera» contra el «régimen».

Estados Unidos sancionó en los últimos tres años a decenas de funcionarios y exfuncionarios de Venezuela, entre ellos a Maduro, congeló cuentas y activos del Estado venezolano -cuyo control entregó a Guaidó-, y desde el 28 de abril aplicará un embargo al crudo, la principal fuente de ingresos del país.