El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, en una conferencia de prensa en Ciudad de México, el 29 de mayo de 2019 © AFP Alfredo ESTRELLA

México (AFP) – El gobierno mexicano anunció este jueves la entrega al Senado, para su debate y ratificación, del renovado acuerdo comercial para Norteamérica, un día después de que Canadá hiciera lo propio y mientras persiste incertidumbre sobre el respaldo en Estados Unidos, socio clave del pacto.

«Hoy se entrega la documentación al Senado para que se inicie el proceso de ratificación del tratado», dijo el presidente izquierdista Andrés Manuel López Obrador durante su habitual conferencia matutina, en alusión al Tratado México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC).

La presentación ocurre seis meses después de la firma del acuerdo, llevada a cabo durante la última cumbre del G20 en Buenos Aires. Y luego de que el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, lo presentara ante el Parlamento de su país, calificándolo como «un gran acuerdo» fruto de «un largo y dificultoso proceso».

El pacto se logró después de un año de duras negociaciones para actualizar el TLCAN, un tratado vigente desde 1994 y que fue severamente criticado por el presidente estadounidense Donald Trump. Para entrar en vigor, debe ser ratificado por los Legislativos de los tres socios.

Los documentos que componen el acuerdo comercial, que moderniza reglas sobre manufacturas, comercio digital y derechos laborales, serán presentados en la tarde del jueves ante el Senado mexicano, dijo López Obrador.

Una vez ingresado, la Comisión Permanente del Congreso mexicano, que actualmente está en receso, deberá definir un periodo de sesiones extraordinario para debatirlo aunque tendrá que presentarlo primero ante las comisiones de Relaciones Exteriores, de Relaciones Exteriores de América del Norte y de Economía de la Cámara alta, explicó el consejero jurídico de la presidencia, Julio Scherer.

«Es una aprobación con mayoría simple, de modo que estamos seguros de que se va a aprobar en el Senado», afirmó López Obrador.

– Contrarreloj –

El partido oficialista Morena, junto con sus aliados políticos, cuenta con una cómoda mayoría en el Congreso bicameral mexicano, mientras que en Canadá la aprobación también está garantizada, ya que el Partido Liberal de Trudeau es igualmente mayoritario.

En el caso de Estados Unidos el panorama es más complejo, pues los demócratas en el Congreso -con mayoría en la cámara baja- siguen preocupados por los derechos de los trabajadores, la resolución de disputas y otros temas.

Sindicatos estadounidenses son también escépticos de que el nuevo acuerdo resuelva sus preocupaciones por la legislación laboral mexicana más flexible.

El T-MEC también marcha contra el tiempo, pues de no aprobarse antes de los recesos de verano podría enfrentar presiones debido a la coyuntura electoral que se espera en Estados Unidos y Canadá.

El Congreso estadounidense entrará en receso a finales de julio, mientras que en Canadá el receso está previsto para inicios de ese mes, detalló el subsecretario mexicano para América del Norte, Jesús Seade.

«Queremos buscar la ratificación en México en las próximas semanas y en los tres países en este lado del verano, antes de agosto, antes de julio en el caso de Canadá», dijo Seade, quien representó al entonces gobierno electo de López Obrador durante la negociación del pacto.

– AMLO, optimista –

El mandatario mexicano agregó que existe una comunicación permanente, «casi a diario», con las autoridades de Estados Unidos y Canadá para impulsar la aprobación del acuerdo.

«Son muy buenas las relaciones entre los gobiernos de los tres países, por eso digo que hay condiciones inmejorables en el caso de los tres países» para ratificar el tratado, indicó López Obrador.

«Yo estoy optimista; estoy seguro que se va a aprobar aún con las diferencias que pueda haber en Estados Unidos», agregó el mandatario, conocido por sus iniciales como AMLO.

El presidente Trump despejó este mes un escollo al eliminar los controvertidos aranceles que Estados Unidos había impuesto a las importaciones de acero y aluminio desde Canadá y México, algo que ambos países exigieron como condición previa para avanzar en el acuerdo.

La aprobación del T-MEC es crucial para la economía mexicana, que envía a Estados Unidos alrededor del 80% de sus exportaciones.