El Valle del Amanecer, un rincón místico cerca de Brasilia
Creyentes de Vale do Amanecer reunidos para recibir energía canalizada por un monumento con forma de ojo, que vigila desde de lo alto, en Planaltina, a 50 km de Brasilia © AFP Carl DE SOUZA

Brasilia (AFP) – Como en un mundo de fantasía, las mujeres en el Valle del Amanecer llevan vestidos y velos de colores que brillan bajo el sol; los hombres visten trajes con capas de estilo romano: son los atuendos que estos mediums utilizan en sus ceremoniales a las afueras de Brasilia.

A solo 50 km de la capital brasileña, esta pequeña ciudad es sede de una religión ‘new age’, y el 1 de mayo -coincidiendo con el Día del Trabajo- celebra su ritual más importante del año para conmemorar a los «adoctrinadores», personas que se comunican con los espíritus, los buenos y los malos.

El Valle del Amanecer, un rincón místico cerca de Brasilia
El monumento de la comunidad religiosa del Vale do Amanhecer, que según los creyentes transmite energía espiritual, en Planaltina, Brasil
© AFP Carl DE SOUZA

Los creyentes se reúnen para recibir una poderosa energía canalizada por un monumento con forma de ojo, que vigila desde de lo alto el Valle del Amanecer.

Esta religión ecléctica, que en noviembre cumple 50 años, suma prácticas del cristianismo, espiritismo, hinduismo, creencias afrobrasileñas, símbolos Incas, egipcios, tradiciones esotéricas, e incluso cree en la vida extraterrestre y en los viajes intergalácticos.

Decenas de sus miembros viven de forma permanente en esta comunidad, fundada en 1969 por Neiva Chaves Zelaya, una camionera, viuda y madre de cuatro hijos que llegó a Brasilia para trabajar en la construcción de la capital.

El Valle del Amanecer, un rincón místico cerca de Brasilia
Ninfas, mujeres de la comunidad religiosa de Vale do Amanhecer, oran durante una ceremonia en su complejo de templos en las afueras de Planaltina, a 50 km de la capital brasileña, Brasilia
© AFP Carl DE SOUZA

Tía Neiva, como es llamada con cariño entre los lugareños, comenzó a tener visiones que atribuyó a mensajes de Pae Seta Branca (Padre Flecha Blanca), una reencarnación de Francisco de Asís en un indígena con túnica celeste, tocado de plumas y armado con una lanza blanca en sus manos.

El Valle del Amanecer, un rincón místico cerca de Brasilia
En Planaltina, Brasil, se encuentran el Templo del Amanecer y el Solar de los Mediums, con forma de estrellas, óvalos o pirámides
© AFP Carl DE SOUZA

La fundadora murió en 1985, pero hasta el día de hoy sigue siendo venerada.

Con unos 600 templos en Brasil, Portugal, Alemania, Japón, Bolivia, Uruguay y Estados Unidos, este movimiento religioso reivindica unos 800.000 miembros, según estudios de Kelly Hayes, experta en religiones brasileñas de la Universidad de Indianapolis.

«Una de las cosas que más sorprende de Vale do Amanhecer es su cosmología, cómo sintetiza una notable variedad de influencias dentro de una gran narrativa en la que sus miembros comparten una identidad colectiva que se expande en el pasado, presente y futuro», cuenta Hayes en un video de YouTube de 2014 durante una charla sobre su libro que retrata esta peculiar comunidad religiosa.

El Valle del Amanecer, un rincón místico cerca de Brasilia
Un grupo de ninfas recibe una bendición con incienso durante una ceremonia del grupo religioso Vale do Amanecer
© AFP Carl DE SOUZA

En el corazón de un típico barrio periférico, Planaltina, se encuentran el Templo del Amanecer y el Solar de los Mediums -edificaciones con forma de estrellas, óvalos o pirámides-, donde esta agrupación realiza medio centenar de rituales y adonde llegan, según aseguran, unas 12.000 personas al mes buscando sanación de todo tipo de males.

En sus calles es habitual ver en alguna panadería, supermercado y en el sastre a alguno de los creyentes, vistiendo sus coloridas ropas, tomando un café, comprando el pan o algún producto para su casa.

El Valle del Amanecer, un rincón místico cerca de Brasilia
En las calles de Planaltina, es común ver creyentes de Vale do Amanecer con sus atuendos religiosos
© AFP Carl DE SOUZA

«Mi vida espiritual es muy buena, antes no era así, yo no tenía paz espiritual, pero en la doctrina tengo paz y me siento bien», dice Ronaldo Lopes, un profesor de inglés que vive en la comunidad hace seis años.