Santiago (AFP) – La epidemióloga María Elisa Quinteros fue elegida el miércoles como la nueva presidenta de la Convención Constitucional de Chile, encargada de redactar una nueva Carta Magna que reemplace la actual, heredada de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).

Después de dos días de sesión y nueve turnos de votación -los ocho primeros desde la mañana del martes hasta la madrugada de este miércoles- Quinteros, representante del distrito 17 -del centro-sur de Chile-, logró justo los 78 votos necesarios para reemplazar en el cargo a la lingüista mapuche Elisa Loncon, quien inauguró la Convención el pasado 4 de julio.

«Esperamos que este proceso lo podamos conducir con sabiduría», indicó la presidenta electa del órgano constituyente nada más tomar posesión de su cargo.

Odontóloga de la Universidad de Talca y doctorada en Salud Pública por la Universidad de Chile, es académica de la Universidad de Talca y trabaja desde 2015 como epidemióloga ambiental, perinatal y reproductiva.

Quinteros concitó el apoyo de una mayoría de independientes como ella, de distintos movimientos ciudadanos, representantes indígenas y convencionales del Partido Comunista.

Sustituirá en la Presidencia a Loncon, quien junto al abogado constitucionalista Jaime Bassa como vicepresidente, lideraron los primeros seis meses de funcionamiento de la Convención.

La Convención tiene nueve meses -prorrogables por una sola vez por otros tres- para redactar el nuevo texto, que deberá ser validado en un plebiscito de voto obligatorio al que debe convocar el gobierno del presidente electo, el izquierdista Gabriel Boric, quien asumirá la Presidencia el próximo 11 de marzo.

Los 155 constituyentes fueron elegidos en una doble jornada electoral el pasado 15 y 16 de mayo del año pasado, de forma paritaria y con la inclusión de 17 escaños reservados a los pueblos originarios.

La redacción de la nueva Constitución surgió como una salida institucional a las protestas sociales originadas en todo Chile desde el 18 de octubre de 2019, que señalaban la vigente Carta Magna como origen de la desigualdad en el país.

La Constitución actual de Chile se creó en 1980 bajo la dictadura de Pinochet y estableció un modelo neoliberal que, si bien garantizó un desarrollo económico y social del país por más de tres décadas, ahondó las diferencias entre ricos y pobres en Chile.

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