Miami (AFP) – En el océano de caras blancas que ovacionaban, energizadas, al presidente Donald Trump en un mitin en Florida esta semana, June y sus dos amigas llamaban la atención: eran las únicas afroamericanas visibles que lo aclamaban entre la multitud.

Las tensiones raciales de Estados Unidos constituyen uno de los principales temas de campaña en las elecciones de medio mandato del martes próximo.

En este contexto, la popularidad de candidatos de la comunidad negra como Andrew Gillum y Stacey Abrams creció como la espuma entre las minorías y ganó el apoyo de personalidades como Barack Obama y Oprah Winfrey.

June, quien se negó a dar su apellido, insistió que Trump no es racista, descartando las críticas que lo acusan de lo contrario.

«No, él no es racista», dijo a la AFP esta secretaria de 42 años. «Lo que sé es que él defiende a Estados Unidos, él hace ‘América grande de nuevo’ y es lo que yo apoyo».

Las demás personas negras en el mitin republicano eran fundamentalmente los vendedores ambulantes de mercadería pro-Trump.

El resto de los cerca de 8.000 simpatizantes que rugían «¡CNN apesta!» y «¡Construye el muro!» el miércoles en el Hertz Arena de Fort Myers, al oeste de Florida, eran casi unánimemente blancos. Incluso algunos llevaban camisetas que ponían «Negros por Trump».

Una encuesta de julio de la Universidad Quinnipiac muestra que 79% de los afroestadounidenses creen que Trump es racista.

Pero Stacy Pignatti, una mujer blanca de 46 años, culpó a Obama -el primer presidente afroamericano de Estados Unidos- por el estado de tensiones raciales que vive hoy el país.

«Obama fue el que comenzó a hacer que las tensiones raciales estén en el nivel que están», dijo a la AFP. «Nunca fue así antes. Cuando [el expresidente republicano George W.] Bush estaba aquí, no había las tensiones raciales que hay ahora».

Ante este panorama, Gillum en Florida, Abrams en Georgia y Ben Jealous, en Maryland -los tres con agendas a la izquierda del espectro demócrata-, apuestan a convertirse en los primeros gobernadores negros de sus respectivos estados.

«Los candidatos negros progresistas están apostando a que los altos índices de desaprobación que registra Trump entre los votantes negros, sumado a la posibilidad de hacer historia, sean motivación suficiente para aumentar la participación electoral», escribió Theodore Johnson, del Brennan Center for Justice.

En un mitin por Gillum este viernes, Obama alentó a una multitud claramente diversa: «No se desesperen», dijo. «No abucheen, no manden ‘hashtags’. ¡Voten!».

– Hacer cosas de monos –

«La raza ha sido un tema desde el principio de esta campaña, no porque yo lo introduje», dijo Gillum en una entrevista el miércoles con la estrella de «talk show» Trevor Noah.

Recordó que fue su contrincante, el republicano Ron DeSantis, quien dijo tras ganar las primarias: «Lo último que necesitamos es hacer cosas de monos intentando apoyar una agenda socialista».

El comentario fue tachado de racista, algo que DeSantis niega al acusar a Gillum de eludir una investigación de corrupción del FBI que pende sobre el ayuntamiento de Tallahassee, de la cual él es alcalde.

«Esto es un intento de la campaña de Gillum de seguir distrayendo a la prensa de su involucramiento con la investigación del FBI», escribió la campaña de DeSantis en un comunicado.

En respuesta, Gillum dice que su contrincante «probablemente da demasiado refugio a racistas, xenófobos y antisemitas».

Este ping-pong ha marcado el tono de la campaña.

Las encuestas dan casi empatados a ambos candidatos, con una ventaja marginal para el demócrata, en un estado pendular cuyos resultados electorales suelen poner en vilo al país.

DeSantis tiene el apoyo de la mayoritaria población blanca, los cubanos conservadores y las personas de tercera edad. Pero si Gillum activa el voto de los afroestadounidenses, los hispanos progresistas y los jóvenes, podría dar una sorpresa.

Según la analista política Susan MacManus, esto no es imposible.

«El apoyo a los temas sociales, raciales y de justicia económica es mayor entre los floridanos más jóvenes, quienes a su vez son racialmente más diversos y más proclives a interactuar con grupos de amigos diversos», dijo a la AFP.

Gillum y Stacey Abrams atrajeron a dos poderosas estrellas de TV y figuras emblemáticas de la comunidad negra: Trevor Noah y Oprah Winfrey.

Esta semana, Noah transmite su programa desde Miami para movilizar el voto de las minorías, mientras este jueves Winfrey llamó a los afroestadounidenses a votar o de lo contrario estarían «deshonrando a sus familias, irrespetando e ignorando sus legados».

En Georgia, la carrera está marcada por acusaciones de los demócratas de que sus contrincantes buscan reprimir el voto de la comunidad negra.

«El ambiente actual es un acto entre Trump y Obama; la manera como ha derivado el discurso, la forma como la gente habla sobre raza ahora…», comentó el senador Perry Thurston, miembro del «caucus» negro de la Legislatura de Florida.

«Es un tema delicado y es doloroso», dijo a Político. «Pero es bueno sacarlo fuera y hablar de estos asuntos».