Managua (AFP) – El líder empresarial José Adán Aguerri afirmó este jueves que Nicaragua necesita un acuerdo político, que incluya el adelanto de elecciones, para salir del marasmo económico en el que cayó por las protestas antigubernamentales y su represión iniciadas en abril.

«Nosotros estamos viviendo una crisis económica producto de una crisis política», dijo Aguerri en una entrevista con AFP.

«Es muy difícil montar una salida a esta crisis económica si el tema político no avanza, si no existe voluntad política de parte del gobierno, en particular del presidente, para buscar una salida a la crisis», insistió Aguerri, al frente del Consejo Superior de la Empresa Privada (COSEP).

El dirigente empresarial participa en la Alianza Cívica de oposición, que agrupa a entidades de la sociedad civil, en el diálogo con el gobierno del presidente Daniel Ortega que busca una salida a la crisis.

El diálogo está estancado desde junio, y el mandatario no ha dado señales de querer avanzar en las conversaciones, luego de que descalificó a los obispos católicos que median las negociaciones y acusó a sus opositores de «golpistas» y «terroristas».

El líder empresarial consideró que se requiere presión de diferentes frentes para que Ortega -que rechaza la posibilidad de discutir adelantar las elecciones a 2019- retome el diálogo.

«La presión es internacional, de países y organismos internacionales, la presión es la movilización (popular) y es la situación económica. Esa conjugación de factores permitirá que el presidente tome la decisión de volver al diálogo», manifestó.

La Alianza Cívica divulgó esta semana una carta dirigida a Ortega, para la cual comenzó a recoger firmas, en la que llama a cesar el clima de confrontación, liberar a los presos políticos, terminar con la represión y disolver a los grupos paramilitares -que el mandatario admitió en una entrevista son «policías voluntarios»-, a los que se atribuye gran parte de los 317 muertos por la crisis.

En el documento, la Alianza anunció que «nos volcaremos nuevamente a las calles» con una movilización el sábado a favor de los presos políticos y el miércoles 15 en apoyo a los detenidos líderes campesinos Medardo Mairena y Pedro Mena.

– Tsunami económico –

La crisis iniciada en abril, cuando estudiantes y jubilados salieron a protestar contra una reforma a la seguridad social, tuvo un efecto devastador para la economía.

«Hablamos de una economía que está sufriendo el efecto del tsunami que nos golpeó», comentó Aguerri.

Nicaragua proyectaba una expansión económica de 4,9% para este año, pero ahora se encamina a una contracción de hasta 3%. Perdió 200.000 empleos y miles han huido del país por la represión y la crisis económica.

«Nicaragua hoy está enfrentando una crisis humanitaria que tiene tres componentes: los muertos en primer lugar, el desempleo con más de 200.000 puestos perdidos, y en tercer lugar un factor que va a tener una repercusión económica en el futuro, que es la migración», explicó Aguerri.

«La misma Nicaragua que se conocía como uno de los países más seguros de Centroamérica, ahora producto de la crisis, de la represión, del número tan impactante de muertos que hemos tenido, está en una situación muy diferente», lamentó el empresario.

La crisis golpeó al sector financiero, con una salida de 900 millones de dólares que ha provocado una reducción en la cartera de crédito.

El que más sufrió es el sector turístico, con 80% de los hoteles y más de 30% de los restaurantes cerrados, mientras países como México, España y Estados Unidos emitieron alertas para que sus ciudadanos eviten visitar el país por la turbulencia política.

Aguerri precisó que se han perdido 70.000 empleos en turismo y más de 200 millones de dólares en ingresos del sector, mientras aerolíneas extranjeras redujeron o cancelaron sus vuelos al país.

«El sector turístico vive una situación realmente dramática, y si no hay salida política, va a seguir sufriendo», vaticinó.

Insistió por ello en retomar el diálogo como salida a la crisis, con la mediación de los obispos católicos y con la participación de todos los sectores.

«Lo que queremos 80% de los nicaragüenses es un adelanto de elecciones, queremos tener una Nicaragua en que quede en el pasado la represión, una Nicaragua donde tengamos alternabilidad democrática», indicó.

A juicio del empresario, los nicaragüenses tienen que «romper con el círculo vicioso histórico» de confrontación política, y avanzar a «una senda que nos lleve a una situación de seguridad y progreso».