Nicaragua sigue en su espiral de violencia a la espera de iniciar un diálogo
Nicaragüenses residentes en España se manifiestan en Madrid el 10 de junio de 2018 para exigir la renuncia del presidente Daniel Ortega y el cese de la violencia en Nicaragua. © AFP OSCAR DEL POZO

Managua (AFP) – Al menos un muerto y tres policías supuestamente retenidos por manifestantes es el saldo registrado este domingo en el marco de las protestas contra el gobierno en Nicaragua, al tiempo que la Iglesia Católica espera una respuesta del presidente Daniel Ortega para retomar un diálogo que habilite una salida a la crisis.

El vicario de la catedral de Managua, Silvio Romero, dijo este domingo a periodistas tras la homilía que «todos los días hay muertos» y las autoridades no se responsabilizan de los hechos.

Añadió que la Iglesia continua esperando una respuesta de Ortega a una propuesta que le presentaron el jueves pasado los obispos con una agenda tentativa para reabrir el frustrado diálogo entre el gobierno, opositores y organizaciones de la sociedad civil.

«No tenemos ninguna comunicación» del presidente Ortega, dijo Romero.

«Todo el pueblo espera una respuesta (…) pero la gente ya comienza a decir: para que se espera una respuesta escrita (del mandatario), si ya hay una respuesta en las calles», añadió el vicario en alusión a la continuidad de la represión a manifestantes.

Un militante de la oposición, Juan Gutiérrez, de 28 años de edad, murió al enfrentar un ataque mientras defendía una barricada ubicada en el municipio de Sébaco, 90 km al norte de Managua, según reportó el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh).

Una coalición universitaria atribuyó el ataque en Sébaco a grupos de choque afines al gobierno acompañados por efectivos de la policía antimotines.

De acuerdo al Cenidh, el número de personas fallecidos asciende actualmente a 139 desde que el 18 de abril pasado comenzaron las manifestaciones y protestas contra una fallida reforma al sistema de pensiones impulsada por el gobierno de Ortega.

Por su parte, la policía informó que «grupos delincuenciales armados» atacaron un puesto policial en el municipio de El Jicaral, 140 km al noroeste de Managua, y secuestraron a tres de sus efectivos.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) escribió en su cuenta de Twitter que el estado de Nicaragua le envió un informe dando cuenta del «secuestro y desaparición» de los tres agentes.

«Manifestamos preocupación por la integridad de Juan R. Mendez, Juan Jirón y Pablo Reyes. Instamos a que esta situación sea aclarada», indicó el organismo en otro tuit al hacer referencia a ese confuso incidente.

– Repercusión internacional –

Este domingo se registraban al menos 127 bloqueos de vías en todo el país, una medida de presión al gobierno para encontrar una solución definitiva a la crisis política a través del diálogo, precisó la dirigente campesina, Francisca Ramírez.

En Managua, una caravana opositora recorrió varios barrios de la ciudad instando a la población a organizar su defensa contra grupos paramilitares que se movilizan en motocicletas y camionetas desde las cuales disparan con armas de fuego contra los manifestantes, denunció Ramírez.

El clamor para que el presidente Ortega deje el poder ya traspasó fronteras y nicaragüenses residentes en exterior se manifestaron en Madrid y otras capitales europeas.

En la capital española, los manifestantes se concentraron en la Plaza Colón con banderas de su país y cruces, en recuerdo a los fallecidos en las protestas, mientras entonaban lemas como que Ortega «no es un presidente, es un delincuente» y «que se vaya».

«Mientras no se vaya el dictador no saldremos adelante, porque hay represión y no existe libertad de expresión, es una masacre contra estudiantes», expresó en Madrid a la AFP Marling Valverde, una auxiliar de enfermería de 45 años que reside en Zaragoza.

«Es muy doloroso y es una agonía constante» observar los acontecimientos desde el extranjero, dijo Judith Martínez, una empleada del hogar de 35 años.

En España viven unas 30.000 personas nacidas en Nicaragua, según cifras oficiales.