Ciudad de Panamá (Panamá).- La migración es un fenómeno global que trae consigo una serie de desafíos y oportunidades. En el caso de Panamá, la selva de Darién se ha convertido en un punto crítico en el que convergen migrantes en busca de mejores horizontes. 

Sin embargo, esta travesía a través de la selva no es tan sencilla como parece por lo que el Ministerio de Seguridad de ese país lanzará una campaña mediática internacional llamada “Panamá no es una Ruta, es una Jungla”.

El objetivo de la campaña es crear conciencia  sobre los peligros que implica cruzar esta región selvática.

La selva de Darién abarca una extensión de 266 kilómetros cuadrados y se ha convertido en un terreno desafiante para los migrantes que intentan cruzarla. Los peligros son abundantes: desde condiciones climáticas adversas hasta terreno accidentado y la amenaza de actividades delictivas.

De acuerdo con el Servicio Nacional de Migración, 308.000 migrantes han cruzado la Selva de Darién en lo que va de año. Esta cifra es un contraste con los 25.437 que lo habían hecho en 2016.

La estrategia del gobierno del Ministerio de Seguridad Pública es lograr una fuente de información, a nivel internacional, sobre los desafíos reales que enfrentan los migrantes en su búsqueda de un futuro mejor.

Esta iniciativa es parte de una estrategia más amplia del Ministerio para combatir actividades delictivas relacionadas con la migración.

“Es una realidad que nos sobrepasa. 171 mil 23 personas son venezolanos, casi 40 mil son ecuatorianos y casi 35 mil son haitianos”, dijo  la directora del Servicio Nacional de Migración, Samira Gozaine. 

“Además, ya tenemos un número que va en aumento de ciudadanos chinos, porque los traficantes de seres humanos han percatado que esta nacionalidad paga dinero para llegar a su destino”.

La campaña no solo busca disuadir a los migrantes de emprender esta travesía peligrosa, sino también sensibilizar a la comunidad internacional sobre la necesidad de abordar este problema de manera integral. 

El Gobierno de Panamá entiende que la migración es un tema complejo y busca generar conciencia sobre la importancia de abordarla de manera humanitaria y efectiva.

“[El Gobierno de Panamá] tomará medidas y acciones contundentes sobre este tema que ha manejado responsable y humanitariamente, porque esta situación se puede volver incontrolable”, dijo el ministro de Seguridad Pública, Juan Manuel Pino.

El paso de los migrantes también ha dejado secuelas en el medio ambiente, con la acumulación de basura, destacaron las autoridades.

“Pasarán más de 60 años para poder revertir ese daño actual a nuestras comunidades, que han dejado sus actividades porque el río que era su sustento, está contaminado”, dijo el director del Servicio Nacional de Fronteras, Jorge Gobea.

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