Madrid (España).- En la víspera del Día Internacional de los Pueblos Originarios, la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI) anunció los ganadores de la segunda edición del Premio Iberoamericano de Educación Intercultural y Plurilingüismo Bartomeu Melià. 

Esta convocatoria busca visibilizar y respaldar experiencias innovadoras que promuevan la interculturalidad y el plurilingüismo en la región, fortaleciendo el respeto por las identidades y la equidad lingüística.

En esta edición, el galardón recibió 25 postulaciones procedentes de Argentina, Bolivia, Brasil y Paraguay, países con una profunda vinculación histórica a la nación guaraní. 

De todas las propuestas presentadas, diez proyectos llegaron a la fase final, de los cuales cuatro resultaron ganadores junto con seis menciones de honor. 

Las iniciativas seleccionadas reflejan un amplio abanico de contextos, desde entornos rurales hasta espacios urbanos, todos con un fuerte compromiso hacia la preservación cultural y la educación inclusiva.

La ceremonia de anuncio tuvo un valor simbólico especial. El secretario general de la OEI, Mariano Jabonero, anunció que la mitad de los fondos recibidos por el Premio Princesa de Asturias a la Cooperación Internacional serían destinados a financiar proyectos educativos y de investigación social ganadores de esta convocatoria. 

Este gesto busca honrar más de siete décadas de servicio a la educación, la ciencia y la cultura en Iberoamérica, reforzando el papel de la OEI como motor de inclusión y diálogo cultural.

Germán García da Rosa, director de la OEI en Paraguay, destacó la importancia de esta premiación como un paso concreto hacia la educación en lenguas indígenas y la equidad lingüística. 

«Este premio es una muestra concreta de nuestro compromiso con la educación en lenguas indígenas, la equidad lingüística y la valoración de la diversidad en nuestras sociedades», afirmó.

El premio cuenta con la colaboración del Ministerio de Educación y Ciencias y la Secretaría de Políticas Lingüísticas del Paraguay, así como de la Fundación Fe y Alegría y la Pontificia Comisión para América Latina de la Santa Sede. 

Estas alianzas han permitido que la iniciativa alcance una mayor proyección regional y garantice la participación de proyectos que abordan las realidades culturales y lingüísticas desde diferentes enfoques pedagógicos y sociales.

En la categoría A, destinada a instituciones educativas de todos los niveles, el primer lugar fue para el Programa de Acceso al Audiovisual de Comunidades Indígenas (PAACI) del Instituto Técnico Superior de Arte y Comunicación de Paraguay. 

Este programa busca empoderar a jóvenes indígenas del Chaco paraguayo mediante la capacitación en producción audiovisual, dándoles herramientas para narrar sus propias historias y preservar su patrimonio cultural.

En la categoría B, dirigida a organizaciones de educación no formal, el premio fue para Tekom’boe Tekoá de la Escuelita Ambulante Caminos de Tiza de Argentina. 

Esta escuela comunitaria itinerante trabaja con comunidades indígenas abordando la diversidad funcional desde una pedagogía de la emergencia, adaptándose a contextos de alta vulnerabilidad y brindando espacios de aprendizaje inclusivos.

La tercera categoría, enfocada en centros de investigación e investigadores en áreas como etnología, antropología y ciencias sociales, reconoció dos iniciativas. 

La primera, de Argentina, lleva por título «Interculturalidad e Infancias. Morar orgullosamente en nuestros culturatorios desde la primera infancia», una propuesta que promueve la valoración de la identidad cultural desde los primeros años de vida. 

La segunda, procedente de Brasil, fue el artículo «Comunicação intercultural e educação em um contexto bilíngue: desafios e potencialidades diante de um plano de ação», que analiza las oportunidades y retos de la educación bilingüe en contextos interculturales.

El jurado también otorgó seis menciones de honor a proyectos que, por su enfoque innovador y su compromiso con la diversidad cultural y lingüística, merecieron un reconocimiento especial. 

Estas menciones abarcan desde programas comunitarios de revitalización de lenguas indígenas hasta investigaciones que documentan prácticas culturales en riesgo de desaparecer, evidenciando el dinamismo y la riqueza de las propuestas en la región.

La diversidad de las iniciativas premiadas demuestra que la educación intercultural y el plurilingüismo no son solo herramientas pedagógicas, sino también motores de cohesión social y fortalecimiento comunitario. 

Al reconocer y difundir estas experiencias, la OEI busca inspirar nuevas prácticas que afiancen el respeto a la diversidad y el diálogo entre culturas.