París (Francia).- En el campo de la astronomía, un descubrimiento reciente ha capturado la atención de la comunidad científica: un equipo internacional de astrónomos ha redefinido nuestra comprensión del exoplaneta WASP-121 b, situado a 880 años luz de la Tierra. 

Este avance, logrado mediante la reevaluación de datos del Telescopio Espacial Hubble de la NASA/ESA, no solo arroja luz sobre la atmósfera de WASP-121 b, sino que también proporciona una visión única de su evolución a lo largo del tiempo.

El equipo, utilizando observaciones de 2016, 2018 y 2019, ha identificado variaciones en WASP-121 b que reflejan cambios en su atmósfera. Este hallazgo es notable, ya que observar exoplanetas es notoriamente difícil debido a su lejanía y a que suelen orbitar estrellas mucho más brillantes que ellos. 

Tradicionalmente, los astrónomos han tenido que combinar datos para obtener una imagen clara de la atmósfera de un exoplaneta, pero este enfoque no permite estudiar cambios atmosféricos a lo largo del tiempo. 

Sin embargo, gracias a la longevidad del Hubble y su vasto archivo de datos, ha sido posible analizar a WASP-121 b en diferentes momentos.

WASP-121 b, también conocido como Tylos, es un “Júpiter caliente” que completa una órbita en apenas 30 horas. Su cercanía a su estrella anfitriona resulta en temperaturas que superan los 3000 kelvin, creando condiciones extremas en su atmósfera. 

Al reevaluar cuatro conjuntos de datos de archivo, incluyendo observaciones de WASP-121 b en tránsito y durante eclipses secundarios, el equipo pudo comparar directamente los datos y notar variaciones significativas en el tiempo.

Quentin Changeat, investigador de la ESA en el Instituto Científico del Telescopio Espacial, destaca la importancia de este conjunto de datos para entender la atmósfera del exoplaneta en diferentes momentos. 

Los modelos computacionales empleados sugieren que estas variaciones podrían deberse a ciclones masivos, generados por la enorme diferencia de temperatura entre los lados del exoplaneta.

Jack Skinner, becario postdoctoral en el Instituto de Tecnología de California y codirector del estudio, enfatiza la precisión de las simulaciones atmosféricas, que son cruciales para comprender el clima en planetas como WASP-121 b. 

Este estudio no solo es un avance en la observación de patrones climáticos en exoplanetas, sino que también contribuye a nuestra comprensión de la complejidad de estas atmósferas.

El estudio del clima en exoplanetas no solo es fascinante, sino que también es fundamental en la búsqueda de condiciones habitables fuera de nuestro sistema solar. Las futuras observaciones con el Hubble y otros telescopios, como el Webb, prometen ampliar aún más nuestro conocimiento de los patrones climáticos en mundos distantes.