Washington (DC).- La reciente entrada en vigor de una severa ley migratoria en Texas, que permite la detención de migrantes que hayan ingresado ilegalmente a Estados Unidos, ha marcado un punto de inflexión en la política de inmigración del país.

Este martes, tras una sorpresiva decisión del plenario de la Corte Suprema, la SB4 quedó habilitada para su implementación, revocando así un bloqueo que había sido impuesto apenas un día antes por uno de sus magistrados.

La resolución de la Corte Suprema, que deja en claro que el caso aún se debate en tribunales inferiores, ha generado una amplia discusión.

«En una decisión de 6-3, SCOTUS permite que Texas comience a aplicar la SB4 que permite el arresto de inmigrantes ilegales», dijo en una publicación en X, el gobernador de ese estado, Greg Abbott. «Todavía tenemos que tener audiencias en el tribunal federal de apelaciones del quinto circuito. Pero esto es claramente un avance positivo».

Los jueces liberales Ketanji Brown Jackson, Elena Kagan y Sonia Sotomayor manifestaron su disidencia frente a la decisión mayoritaria, subrayando las profundas divisiones dentro del máximo tribunal estadounidense.

La ley introduce nuevos delitos, con penas de hasta 20 años de prisión, para aquellos que ingresen al estado de Texas de manera irregular. 

Además, otorga a las autoridades locales la facultad de solicitar documentos a individuos sospechosos de haber ingresado ilegalmente al país. Sin embargo, el aspecto más controvertido de la SB4 es su respaldo a un sistema estatal de deportación de personas, una prerrogativa que tradicionalmente ha sido exclusiva del gobierno federal.

«Texas ha derrotado las mociones de emergencia de la Administración Biden y la ACLU ante la Corte Suprema. Nuestra ley de inmigración, SB 4, ya está en vigor», dijo Ken Paxton, fiscal general de Texas, en un mensaje en X. «Como siempre, es un honor para mí defender Texas y su soberanía, y llevarnos a la victoria en los tribunales».

Desde su aprobación en ley en diciembre, y su programada entrada en vigor el pasado 5 de marzo, la SB4 ha sido objeto de intenso debate legal y político. 

«Estamos fundamentalmente en desacuerdo con la orden de la Corte Suprema que permite que la ley dañina e inconstitucional de Texas entre en vigor», dijo la  Secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, en un comunicado. 

«La SB 4 no sólo hará que las comunidades de Texas sean menos seguras, sino que también sobrecargará a las fuerzas del orden y sembrará caos y confusión en nuestra frontera sur». 

El caso ahora regresa a un panel de tres jueces de la Corte de Apelaciones del Quinto Circuito de Estados Unidos, con sede en Nueva Orleans, donde se esperan argumentos orales el próximo 3 de abril.

Operación Estrella Solitaria

Mientras tanto, el gobernador Greg Abbott y diversas agencias de Texas mantienen su compromiso con la seguridad fronteriza. La llamada Operación Estrella Solitaria ha resultado en significativas detenciones y arrestos, además de incautaciones de fentanilo, reflejando la intensa lucha contra el tráfico de drogas y personas.

La operación ha llevado a la detención de más de medio millón de inmigrantes ilegales y ha sido clave en la estrategia estatal para enfrentar lo que consideran una crisis migratoria exacerbada por las políticas de la Administración Biden. Además, Texas ha reubicado a miles de migrantes a diversas ciudades estadounidenses, en un esfuerzo por distribuir la responsabilidad y las implicaciones de la migración irregular.

En este contexto, la ley SB4 se erige como un desafío directo a las normas federales de inmigración, planteando interrogantes sobre la jurisdicción estatal y la gestión de la migración en Estados Unidos. Con implicaciones que van más allá de las fronteras de Texas, esta ley refleja la creciente tensión entre los estados y el gobierno federal en lo que respecta a la política migratoria.

«Continuaremos reforzando nuestros esfuerzos de seguridad fronteriza para proteger a los tejanos (y a los estadounidenses) de las desastrosas políticas de fronteras abiertas de Biden», dijo el gobernador Abbott.