Desierto de Atacama (Chile).- Por primera vez en la historia de la astronomía, un equipo internacional de científicos logró registrar en video el movimiento de torsión de espirales en un disco protoplanetario, estructuras que podrían ser el origen directo de nuevos planetas. 

El hallazgo, realizado gracias al telescopio Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA), ofrece una mirada inédita al proceso de formación de sistemas planetarios, revelando el papel crucial que cumplen estas estructuras en espiral.

Las observaciones se centraron en IM Lupi, una joven estrella rodeada por un disco de gas y polvo donde se sospecha que están naciendo nuevos mundos. El fenómeno fue captado mediante imágenes tomadas en 2017, 2019 y 2024, que permitieron construir una especie de animación “flip-book” del movimiento real de las espirales. 

Los resultados fueron sorprendentes: los brazos espirales del disco mostraron un movimiento claro de torsión, girando de forma dinámica en un patrón que concuerda con los modelos teóricos de espirales impulsadas por la propia gravedad del disco, en lugar de por la presencia de un planeta ya formado.

Este descubrimiento representa un paso significativo para comprender cómo se forman los planetas.Aunque se han identificado cerca de 6.000 exoplanetas fuera del Sistema Solar, el proceso exacto que da origen a estos cuerpos sigue siendo una gran incógnita. 

Vídeo de una impresión artística de la formación de planetas alrededor de una estrella joven, que muestra los patrones espirales que contribuyen a su formación. Crédito: ALMA (ESO/NAOJ/NRAO), T. Yoshida et al.

Los científicos han sospechado durante años que los discos protoplanetarios albergan claves fundamentales para resolver este misterio, y las espirales dentro de ellos podrían actuar como semilleros de planetas o bien fragmentarse para dar lugar directamente a cuerpos planetarios.

Hasta ahora, sin embargo, no se había podido demostrar empíricamente si las espirales eran precursoras de la formación de planetas o efectos colaterales del desarrollo de estos. 

Las teorías predecían que si las espirales eran generadas por la gravedad del disco, deberían mostrar una torsión creciente hasta desvanecerse, mientras que las espirales generadas por la gravedad de un planeta se mantendrían estables y girarían con él.

El análisis del sistema IM Lupi ha permitido confirmar por primera vez el comportamiento dinámico de torsión en espirales no vinculadas directamente a planetas en formación, lo que valida el modelo de que estas estructuras nacen del propio disco y pueden, eventualmente, dar lugar a nuevos planetas. Esta es la evidencia más clara hasta la fecha de que los discos protoplanetarios pueden generar espirales autónomas que evolucionan con el tiempo.

Tomohiro Yoshida, líder del equipo investigador, expresó la emoción del grupo ante el hallazgo. 

«Cuando vi el resultado del análisis —la visualización dinámica de la espiral en movimiento— grité de emoción. Esta es la primera detección exitosa del movimiento de torsión de espirales, y fue posible gracias a las observaciones estables y prolongadas de ALMA, uno de los telescopios más avanzados del mundo».

ALMA, ubicado en el desierto de Atacama en Chile, ha sido fundamental en el desarrollo de esta investigación gracias a su capacidad para realizar observaciones de alta precisión a lo largo de muchos años. Esta estabilidad ha permitido construir una narrativa visual del desarrollo dinámico de las espirales, algo que antes era imposible.

El estudio no solo representa un hito científico, sino que abre una nueva era en la observación de discos protoplanetarios. Según Yoshida, el objetivo ahora es ampliar esta metodología a otros sistemas estelares jóvenes, con la meta de crear un auténtico documental astronómico que narre, con imágenes reales, cómo nacen los planetas en el universo.

Este tipo de estudios permitirá también comparar distintos entornos estelares y verificar si los procesos observados en IM Lupi son comunes o excepcionales. Con el avance de tecnologías como ALMA y futuros telescopios espaciales, los astrónomos están cada vez más cerca de desentrañar los misterios del origen planetario, incluyendo el de nuestro propio Sistema Solar.

Mientras tanto, el video obtenido del sistema IM Lupi ya se considera una joya científica: una animación de siete años comprimidos en segundos, mostrando el suave pero impresionante movimiento de las espirales cósmicas que, probablemente, están a punto de dar origen a un nuevo mundo.