Nairobi (AFP) – La reunión preparatoria de la COP15 sobre biodiversidad concluye el domingo en Nairobi con avances marginales y el obstruccionismo de varios países, entre ellos Argentina, Brasil y Sudáfrica según delegados de oenegés.

El encuentro de seis días buscaba resolver las diferencias respecto del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB) que desde hace más de dos años negocian 196 naciones.

Pero los progresos son lentos, lamentan tanto las ONG como algunos delegados.

«Se llevaron a cabo avances, limitados», comentó Elizabeth Maruma Mrema, secretaria ejecutiva del CDB, en la rueda de prensa final. Las delegaciones «llegaron a un consenso en varios objetivos», señala un comunicado de la secretaría de la CDB.

«La mayor parte del tiempo se fue en discusiones técnicas, dejando las decisiones importantes sin resolver y aplazadas», lamentó Brian O’Donnell, director de Campaign for Nature, quien llamó a los gobiernos a «salvar este proceso».

Se perdieron horas discutiendo la formulación de los documentos o tratando de introducir elementos, en una reunión que buscaba acercar puntos de vista y depurar las decisiones en discusión.

Pero como telón de fondo a la lenta negociación, un millón de especies están amenazadas de extinción, los bosques tropicales desaparecen, la agricultura intensiva agota los suelos y la contaminación llega a las zonas más remotas del planeta.

«Ya no es solo un problema ecológico, sino un problema que afecta la economía, la sociedad, la salud y el bienestar. Es un problema de seguridad para la humanidad», recordó Marco Lambertini, director general de WWF International, en una conferencia de prensa.

Poco apoyo de los países del Sur –

Nairobi (AFP) – La reunión preparatoria de la COP15 sobre biodiversidad concluye el domingo en Nairobi con avances marginales y el obstruccionismo de varios países, entre ellos Argentina, Brasil y Sudáfrica según delegados de oenegés.

Uno de los principales escollos es la agricultura. Los objetivos cuantificados para la reducción de los pesticidas y el exceso de utilización de los fertilizantes, presentes en una versión anterior del texto, ya no figuran.

La Unión Europea desea que se mencione en el texto la cuestión de los plaguicidas, pero «hay poco apoyo», según un delegado del Norte desarrollado.

En la otra vereda los representantes de países emergentes y de los subdesarrollados enfatizan la necesidad de producir más, en un contexto de crisis alimentaria, y rechazan cualquier referencia a la agroecología.

«La agricultura es responsable del 70% de la pérdida de biodiversidad», señala Guido Broekhoven, de WWF International, considerando «crucial» cambiar un sistema alimentario en el que se desperdicia 30% de los alimentos.

Los países también están divididos sobre la cuestión de los recursos financieros.

Brasil, con el apoyo de 22 países, entre ellos Argentina, Sudáfrica, Camerún, Egipto e Indonesia, renovó la demanda a los países ricos de «al menos 100.000 millones de dólares al año hasta 2030» para ayudar a los países en desarrollo a conservar su rica biodiversidad.

El grupo africano también está pidiendo un fondo dedicado a la biodiversidad, dijo uno de sus delegados.

Aunque una amplia coalición apoya el objetivo de proteger al menos 30% del planeta y los líderes de 93 países se comprometieron en septiembre de 2020 a poner fin a la crisis de la biodiversidad, este tema apenas se impone en la agenda política internacional al mismo nivel que el clima.

«Para que la COP15 tenga éxito se necesitará un liderazgo político, una verdadera ambición […], no solo declaraciones y promesas», recalcó An Lambrechts, de Greenpeace International.

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