Gobierno venezolano liga a opositor López con supuesto plan de derrocamiento
El líder de la oposición venezolana Leopoldo López sostiene una bandera nacional, mientras saluda a los partidarios que se reúnen fuera de su casa en Caracas después de que fuera puesto en libertad y encarcelado en casa por razones de salud, el 8 de julio de 2017. © AFP Federico PARRA
Caracas (AFP) – El gobierno venezolano vinculó este martes al líder opositor Leopoldo López con un presunto plan para «derrocar» al presidente Nicolás Maduro, por el cual fue capturado un hombre.

Además de López, bajo arresto domiciliario, el gobierno de Maduro implicó al expolicía Óscar Pérez, quien atacó con granadas desde un helicóptero la sede del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) en Caracas, en junio pasado.

El vicepresidente del país, Tareck El Aissami, dijo que las autoridades detuvieron al «operador» del complot, Manuel Chacín, supuesto miembro del partido Voluntad Popular -fundado por López-, en posesión de siete artefactos explosivos.

«Apuntaban a realizar actos para dejar sin servicio eléctrico a distintas zonas del país. Además de generar malestar en servicios bancarios, como la obtención de efectivo a través de cajeros, en el servicio de agua y combustible», aseguró el vicepresidente en cadena obligatoria de radio y televisión.

Según el funcionario, Chacín se comunicaba por mensajes de texto con Pérez para planificar esas acciones y el «derrocamiento», e intercambiaba llamadas telefónicas con López.

El Aissami mostró un video en el que Chacín afirma que «la orden era desactivar cajeros (…), atacar las estaciones (de gasolina) cortando las mangueras para lograr un estallido social».

Según el vicepresidente, el sospechoso estaba solicitado por homicidio y robo.

Durante las últimas semanas, en Venezuela ha habido una dura escasez de efectivo, que expertos atribuyen a la elevada inflación (proyectada por el FMI en 720% para 2017), y a la poca disponibilidad de billetes que entraron en circulación a fines de 2016.

También ha habido desabastecimiento de gasolina en algunas zonas, que el gobierno vincula con retrasos en los pagos de importaciones por las sanciones de Estados Unidos.

Maduro, que entre abril y julio enfrentó una ola de protestas que dejó unos 125 muertos, también vinculó a Estados Unidos con el supuesto plan de sabotaje.

«Esta derecha es violenta y es fascista y detrás de ellos, ¿quién está?, el imperialismo norteamericano», había dicho el mandatario el lunes al adelantar la presunta trama.

El gobierno denuncia con frecuencia planes para derrocar o asesinar a Maduro, de los cuales culpa a la oposición.

El 27 de junio último, Pérez y otros hombres no identificados sobrevolaron Caracas en un helicóptero de la policía científica y lanzaron cuatro granadas contra el TSJ y dispararon hacia la sede del Ministerio de Interior, sin dejar víctimas.