Madrid (España).- El hijo del escritor argentino Ernesto Sábato depositó el martes muestras del legado de su padre en la Caja de las Letras del Instituto Cervantes, en Madrid (España).

El legado que ahora se conserva en el Instituto Cervantes incluye libros, fotografías, cartas y otros objetos del novelista. Además de su obra literaria, Sábato fue un defensor de los derechos humanos en su país. 

Luis García Montero, director del Instituto Cervantes, destacó la importancia de recibir el legado de una de las grandes voces de la lengua  y literatura castellana. También resaltó su referencia como una figura ética fundamental.

“Su comportamiento como ser humano se convirtió también en una referencia fundamental en toda la comunidad y en Argentina, cuando se trató de reivindicar los derechos humanos y los valores de la democracia”, dijo García Montero.

Entre las obras de Ernesto Sábato que se depositaron en la Caja de Letras destacan:

  • un ejemplar de su primera obra, Uno y el Universo (1945);
  • un ejemplar de su ensayo Heterodoxia (1952);
  • el poemario Cenizas y Plegarias, de Matilde Sábato;
  • Diversas cartas escritas a máquina con anotaciones manuscritas del autor;
  • Un ejemplar del libro El Pantanillo de Ernesto Sábato, escrito por el autor y periodista Pedro Jorge Solans.

El legado, cedido a perpetuidad al Instituto Cervantes, quedó guardado en la caja de seguridad número 1542.

“[Mi padre] quería mucho a lo que ha unido a toda América Latina, que fue el idioma, el español, que nos legó la conquista”, dijo Mario Sábato durante la presentación del legado. “La conquista fue atroz, en muchos aspectos, pero ahí fue fantástica porque… nos legó una unidad”. 

Además de su trabajo literario, Ernesto Sábato fue elegido presidente de la Comisión Nacional sobre Desaparición de Personas (CONADEP). Durante su participación en la CONADEP se redactó el Informe Sábato, conocido como Nunca Más. 

La primera edición de este informe fue depositada en la Caja de las Letras por representantes de la Universidad de Buenos Aires en octubre de 2021.

“Un idioma es mucho más que un vocabulario y trabajamos para que nuestras palabras tengan el sedimento y el contenido de los valores de los derechos humanos y de la democracia”, dijo Garcia Montero.

La biblioteca del Instituto Cervantes de Budapest lleva el nombre de Ernesto Sábato.

“Para nosotros es siempre un orgullo trabajar, no por la cultura española sino por la cultura en español”, dijo García Montero. “Es la comunidad que nos da fuerza los unos a los otros y perdemos fuerzas los unos a los otros si rompemos los lazos de la comunidad que tenemos”.

La Caja de las Letras del Instituto Cervantes alberga el legado de escritores, artistas y científicos. Ocupa el espacio de la antigua caja fuerte del Banco del Río de la Plata.  

“En esta Caja de las Letras, y bajo el lema de ‘que la verdadera riqueza de una comunidad es su cultura’, nos comprometemos con el futuro bajo la idea de que la mejor herencia, a la hora de comprometerse con el futuro es recibir el legado de nuestros mayores”, dijo el escritor Luis García Montero, director del Instituto Cervantes. “El mejor legado de nuestra memoria y de nuestra historia”.

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