Muere quinto menor guatemalteco en custodia de la patrulla fronteriza de EEUU
Inmigrantes centroamericanos esperan ser capturados por las autoridades migratorias para solicitar asilo en EEUU © GETTY IMAGES NORTH AMERICA/AFP/Archivos JOHN MOORE

Los Angeles (AFP) – Un adolescente de 16 años murió este lunes en custodia de la patrulla fronteriza de Estados Unidos, el quinto menor guatemalteco que fallece en circunstancias similares desde diciembre pasado.

El joven, que fue identificado como Carlos Gregorio Hernández Vasquez, «fue hallado inconsciente en un chequeo en la mañana» en la estación fronteriza de Weslaco, en Texas, indicó un comunicado de la autoridad migratoria.

El organismo añadió que la causa de muerte aún se desconoce y que «se ha abierto una investigación».

Las autoridades estadounidenses indicaron que el menor fue detenido el 13 de mayo cerca de Hidalgo, Texas, y que el domingo manifestó sentir malestar.

«Se le evaluó y se determinó que tenía influenza A», dijo un funcionario de la patrulla fronteriza (CBP) a CNN.

Se le recetó un antigripal y fue trasladado a una instalación en Weslaco para evitar el contagio de otros detenidos. Fue examinado una hora antes de que fuera hallado muerto.

Hernández iba a ser trasladado a un centro para jóvenes de la Oficina de Salud y Servicios Humanos de Reasentamiento de Refugiados (HHS) cuando murió.

Según la ley federal estadounidense, los menores no acompañados deben ser trasladados a un centro de salud y servicios humanos máximo 72 horas después de su detención.

No está claro por qué Vásquez no había sido transferido.

La cancillería guatemalteca informó por su parte que el joven era originario del departamento norteño de Baja Verapaz y que había ingresado a Estados Unidos «buscando reunificación familiar».

«El gobierno de Guatemala lamenta el fallecimiento de este niño guatemalteco, presenta sus condolencias a la familia y solicita que de manera urgente las autoridades estadounidenses se pronuncien sobre la causa de muerte y se deduzcan las responsabilidades que amerite el caso», señaló en un comunicado.

Miles de guatemaltecos y centroamericanos emprenden cada año el arriesgado viaje a Estados Unidos en busca del «sueño americano», huyendo principalmente de la pobreza y la violencia en sus países.

Muchos migrantes viajan con sus hijos menores, algunos esperando que sean una garantía para recibir asilo y para poder establecerse en Estados Unidos.

– «Prácticas inhumanas» –

Desde diciembre pasado, cinco menores guatemaltecos han fallecido tras ser detenidos y puestos en custodia por la patrulla fronteriza de Estados Unidos.

«Nos preguntarnos cuántas muertes se necesitarán para que el gobierno garantice la seguridad de los niños. Debe haber una investigación independiente sobre la muerte de este niño», dijo Ashley Houghton, directora de campañas tácticas de Amnistía Internacional en Estados Unidos.

El primer caso ocurrió el 8 de diciembre con la muerte de Jakelin Caal, de siete años, del municipio indígena de Raxruhá, quien falleció en un hospital de Estados Unidos bajo protección federal tras cruzar la frontera de forma ilegal con su padre.

La semana pasada, un niño de 2 años falleció tres días después de que fuera detenido con su madre cerca del puente internacional del Paso del Norte, que separa El Paso y Ciudad Juárez.

«Mantener a niños en custodia va contra nuestros valores estadounidenses. Aunque hemos exigido que el gobierno [del presidente Donald] Trump cambie sus prácticas inhumanas de detención para evitar que ocurran muertes trágicas, hemos recibido quejas de inmigrantes sobre condiciones inhumanas, detenciones prolongadas, falta de refugio, mala atención médica y abuso por parte de agentes», dijo Astrid Domínguez de ACLU, la mayor organización de derechos humanos de Estados Unidos.

La organización denunció la semana pasada estas supuestas «atrocidades» a las que son sometidos los indocumentados detenidos en el Valle del Río Grande, donde se registra el mayor volumen de centroamericanos buscando asilo.

Aseguraron que niños son forzados a dormir al aire libre, sobre un terreno rocoso o lodoso, y en climas extremo. También indicaron que no recibían atención médica adecuada.

«La CBP está comprometida con la salud, seguridad y trato humano de aquellos bajo nuestra custodia», dijo en tanto John Sanders, jefe interino de CBP en un comunicado donde expresó sus condolencias.