Bogotá (AFP) – Dos muertos, entre ellos una bebé que según autoridades no pudo recibir atención médica por un bloqueo vial y múltiples heridos dejaron recientes focos de la sangrienta crisis que estalló hace casi un mes en Colombia con protestas contra el gobierno.

El fin de semana las manifestaciones contra el presidente Iván Duque y la represión policial se concentraron en las tres principales ciudades, Bogotá, Medellín y Cali, según los reportes de autoridades.

La Fiscalía y la Defensoría del Pueblo cuentan al menos 42 muertos desde el 28 de abril, 15 en relación directa con las protestas y once en proceso de verificación.

Colombia defiende actuación del gobierno en protestas

Sin embargo, la oenegé Temblores habla de hasta 43 homicidios que involucran presuntamente a agentes de la fuerza pública, duramente cuestionada dentro y fuera del país por los abusos que incluyen denuncias de agresión sexual.

El malestar social en Colombia, que afloró con las marchas de rechazo a un fallido proyecto para elevar impuestos en plena crisis sanitaria y económica por la pandemia, se expresa a diario con movilizaciones pacíficas en el día y graves disturbios en la noche.

En la madrugada de este domingo, una recién nacida que era trasladada en una ambulancia falleció por el cierre de la vía que una al puerto de Buenaventura con Cali, en el departamento de Valle del Cauca (suroeste).

Los manifestantes «no solamente obstruyeron el paso del bebé (…), sino que además impidieron el regreso de los profesionales» a su puesto en Buenaventura, dijo María Cristina Lesmes, secretaria regional de Salud.

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En Cali también se registró la muerte de un joven de 21 años por herida de bala en la noche del sábado. Jhon Larrahondo falleció en el barrio Calipso, donde se mantienen activos varios focos de protesta tras varias jornadas sangrientas.

«Sabemos que (el muchacho) estaba en el sitio, que fue impactado con arma de fuego», informó Carlos Rojas, secretario de Seguridad, y añadió que la fiscalía «está averiguando» sobre los responsables de la agresión.

También en Bogotá, capital de Colombia, hubo protestas violentas que siguieron a concentraciones pacíficas cerca de una estación de transporte público, en el suroeste de la capital.

«Pequeños grupos violentos (…) atacaron a la policía y trataron de vandalizar algunos lugares», señaló el secretario de gobierno de la ciudad, Luis Ernesto Gómez.

Tras la intervención policial, se supo oficialmente de varios heridos entre civiles y uniformados. El caso más grave es el del patrullero Cristhian Calderón, quien está en terapia intensiva por las quemaduras que le produjo una bomba incendiaria.

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