Kasane (Botswana).- La reciente reunión del Comité Intergubernamental de la UNESCO para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial, ha sido un hito significativo en la preservación de la diversidad cultural global. 

Este encuentro, que coincidió con el 20º aniversario de la Convención de la UNESCO para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial, culminó con la inscripción de 55 nuevos elementos culturales, propuestos por 72 países, en las Listas del Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO.

Siete de estos nuevos elementos culturales se encuentran en América Latina.

La 18ª reunión de este comité no fue solo un evento ceremonial, sino un reflejo del compromiso continuo de 181 Estados Partes hacia la protección de más de 700 tradiciones y prácticas culturales.

En esta ocasión, se distribuyeron las nuevas inscripciones en tres categorías: 

  • 6 elementos en la lista de medidas urgentes de salvaguardia; 
  • 45 en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad; y 
  • 4 en el Registro de Buenas Prácticas de Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial. 

Las técnicas ancestrales y tradicionales para la elaboración del ‘Poncho Para’i de 60 Listas’, de la ciudad de Piribebuy, (Paraguay), es uno de los 6 elementos en la lista de medidas urgentes de salvaguardia.

El Bolero (Cuba y México),  Ch’utillos, la Fiesta de San Bartolomé y San Ignacio de Loyola (Potosí, Bolivia), los conocimientos, habilidades y prácticas de la partería (Colombia) y la preparación del ceviche (Perú), fueron incluidos en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

El Festival cultural y ecológico de la Tortuga Marina de Armila (Panamá) y los Bandos y Parrandas de los Santos Inocentes de Caucagua (Venezuela), pasaron a formar parte del Registro de Buenas Prácticas de Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial.

Estas adiciones elevan a 730 los elementos culturales de 145 países, formando parte del patrimonio vivo reconocido por la UNESCO.

Además, se concedieron subvenciones de Asistencia Internacional a Zimbabwe y Paraguay, sumando un esfuerzo financiero de más de 12 millones de dólares destinados a más de 140 proyectos de salvaguardia en más de 70 países desde la creación de la Convención. 

Audrey Azoulay, Directora General de la UNESCO, destacó la importancia de esta Convención como herramienta para salvaguardar la diversidad cultural y las identidades locales en el marco de la globalización.

Uno de los aspectos más destacados de esta reunión ha sido el énfasis en la transmisión familiar de prácticas culturales, un testimonio vivo de cómo el patrimonio cultural inmaterial se mantiene gracias a la acción de transmisión entre individuos, especialmente en las familias. 

Además, se resaltó el papel fundamental de las mujeres en la salvaguardia y transmisión de estas prácticas, no solo como guardianas de las tradiciones, sino también como agentes de emancipación y empoderamiento.

Por primera vez desde 2008, se inscribieron 12 elementos del continente africano, reflejando un compromiso equitativo a nivel mundial con la Convención. 

Igualmente, se acogieron con satisfacción las 12 inscripciones multinacionales, destacando el papel de la Convención como catalizador del diálogo cultural más allá de las fronteras.

Este año también marcó la primera inscripción de elementos de países como Angola, Bahamas, Camerún, Yibuti y Granada, ampliando así la diversidad de la lista del patrimonio vivo de la UNESCO.

Este logro simboliza una transformación radical en nuestra concepción del patrimonio cultural, ampliándolo más allá de monumentos y sitios físicos para incluir elementos vivos, tangibles y practicables.

La Convención se ha convertido en la voz de millones de practicantes y miembros de comunidades locales, salvaguardando y apoyando sus conocimientos, rituales, tradiciones y manifestaciones. 

La inclusión de comunidades locales, a menudo indígenas, en el centro de los procesos de inclusión y salvaguardia es un testimonio del enfoque participativo y respetuoso de la Convención.

Finalmente, la UNESCO continúa asistiendo a los Estados Partes en la integración de los principios de la Convención en su legislación nacional, proporcionando un marco jurídico y programas educativos y económicos para el patrimonio inmaterial, equiparable al patrimonio edificado. 

La próxima reunión del Comité, programada para diciembre de 2024 en Paraguay, promete continuar este legado de protección y celebración del patrimonio cultural inmaterial mundial.

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