Cleveland (Ohio).- Ya sea que se esté preparando para un maratón o simplemente quiera correr distancias más largas, hay algunas cosas que puede hacer para evitar lesiones en los pies.

La Dra. Joy Rowland, podóloga de la Clínica Cleveland, dijo que comenzar con el calzado adecuado para correr es clave.

“El zapato debe estar acolchado. Debe tener un talón ensanchado para absorber el impacto en el área del talón, y debe tener algo de amortiguación en el metatarsiano o la parte delantera del pie”, dijo el Dr. Rowland. 

“Quieres asegurarte de que el área de la puntera sea lo suficientemente grande, para que tu pie tenga un poco de espacio. No quieres que los dedos de tus pies golpeen el zapato”.

La podóloga dijo que es importante encontrar un par de buenas zapatillas para correr entre las que alternar.

Dado que todos los zapatos para correr son diferentes, cambiar los que usas periódicamente puede romper el estrés repetitivo que el correr pone en tus pies.

Los calcetines hechos específicamente para correr y una plantilla de apoyo también pueden ayudar a reducir el riesgo de lesiones en los pies, como ampollas.

Mucho antes de correr, la Dra. Rowland dijo que es crucial fortalecer los pies haciendo ejercicios y estiramientos diarios.

Por ejemplo, puede flexionar el pie hacia arriba y hacia abajo hasta la resistencia, o intente presionar los dedos del pie donde empuja el dedo gordo del pie hacia el suelo mientras levanta los otros dedos del pie.

“Los ejercicios de estabilidad y fortalecimiento de los pies no solo lo ayudan mientras se prepara para correr, sino que también lo ayudan mientras corre”, dijo la Dra. Rowland.

 “Cuanto mejor preparados estén sus pies, más reducirá el riesgo de lesiones y problemas a largo plazo, como fracturas por estrés”.

Si le sale una ampolla o un callo, puede intentar colocar piel de topo o un protector de fieltro sobre el área para proporcionar más amortiguación.

También insta a los corredores a ver a un podólogo si experimentan hinchazón, hematomas o un problema a largo plazo que no desaparece con remedios caseros.

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