Gobierno quiere una relación constructiva con China y dejar atrás tensiones
Gobierno quiere una "relación constructiva" con China y dejar atrás tensiones El secretario de Estado, Rex Tillerson, habló hoy por teléfono con el consejero de Estado chino, Yang Jiechi, sobre la importancia de mantener una "relación constructiva", una vez rebajada la tensión que generó en los lazos bilaterales la llegada al poder del presidente Donald Trump. EFE/ARCHIVO

Washington, 21 feb (EFE).- El secretario de Estado, Rex Tillerson, habló hoy por teléfono con el consejero de china, Yang Jiechi, sobre la importancia de mantener una «relación constructiva», una vez rebajada la tensión que generó en los lazos bilaterales la llegada al poder del presidente Donald Trump.

El jefe de la diplomacia estadounidense y el consejero de Estado chino «afirmaron la importancia de una relación bilateral constructiva», según indicó el portavoz en funciones del Departamento de Estado, Mark Toner, en un comunicado.

Ambos se mostraron «de acuerdo en la necesidad de afrontar la amenaza que presenta Corea del Norte para la estabilidad regional», y hablaron además sobre «la economía y el comercio, y la cooperación potencial en la lucha contra el terrorismo, la aplicación de la ley y (el combate contra) el crimen organizado», agrega la breve nota.

La llamada telefónica se produjo doce días después de la que mantuvieron Trump y el presidente chino, Xi Jinping, y que fue clave para bajar la temperatura en la relación entre las dos potencias.

En ese contacto, Trump se comprometió a respetar la política de «una sola China», que Pekín impone como base de sus lazos con cualquier país y que significa que el único Gobierno chino al que debe reconocer Washington es el de Pekín, lo que le aleja de las aspiraciones independentistas de Taiwán.

Trump trató así de dejar atrás la indignación que había generado en Pekín su llamada telefónica de noviembre con la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, y comenzar así una relación pragmática con China, uno de los países a los que más criticó durante la campaña electoral.

El presidente sigue preocupado, no obstante, por la «devaluación de la divisa» de China, a la que acusa de manipular la moneda para favorecer sus exportaciones.