Bruselas (AFP) – La Unión Europea se encontraba el jueves en una posición incómoda debido a la votación esta semana en el parlamento holandés de un texto contra el acuerdo comercial firmado hace un año con el Mercosur, lo cual complica la ratificación por parte de los países miembros.

«Es una señal política. Si incluso Holanda se opone, esto va a ser difícil», admitió una fuente europea.

El portavoz de la Comisión Europea, Daniel Rosario, dijo que «es consciente del debate sobre el acuerdo comercial que existe en varios estados miembros».

«Escuchamos con atención los diferentes puntos de vista», señaló.

Pero para Bruselas, este acuerdo «promueve valores como el desarrollo sostenible y tiene ventajas para los agricultores, productores y consumidores europeos», añadió Rosario.

La cámara baja del parlamento holandés votó el martes una moción en la que pide al gobierno que informe a Bruselas de que retira su apoyo a este acuerdo, criticado por sus consecuencias sobre el medio ambiente y los agricultores.

El gobierno holandés, que aún no ha reaccionado al respecto, tiene que decir si sigue o no la decisión de los diputados, informaron portavoces parlamentarios a la AFP.

«Esta decisión pone en peligro el acuerdo comercial más importante firmado por la UE» y «coloca al gobierno holandés en una posición muy difícil», estimó Raoul Leering, analista de la firma ING.

Por un lado, «exigir que la Comisión Europea renegocie un acuerdo que llevó 20 años haría daño a la reputación» de La Haya en Bruselas», consideró este experto.

Pero por otro, «es difícil ignorar la votación del parlamento» holandés, agregó.

Antes de Holanda, el parlamento austriaco también instó a su gobierno a oponerse a la firma de este acuerdo, sobre todo debido a las dudas que provocan los compromisos de Brasil con el medio ambiente.

Otros países como Bélgica, Francia, Irlanda y Luxemburgo también mostraron sus reservas ante este acuerdo con Mercosur, firmado en junio de 2019.

Fuentes de Bruselas explicaron que la Comisión quería acelerar el proceso de ratificación del acuerdo en la segunda mitad de 2020, cuando Alemania presidirá la UE.

La idea es que este acuerdo no interfiera en la campaña presidencial francesa de 2022, un país donde los agricultores lo ven con malos ojos.

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