México (AFP) – México analiza dos ofertas de compra de su avión presidencial, informó este lunes el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien considera la lujosa aeronave como un «insulto» frente a la pobreza que existe en el país.

Sin revelar los nombres de los interesados, el mandatario izquierdista explicó que uno de ellos «quiere pagar la mitad en efectivo» y el resto en equipos médicos.

El otro ofrece pagar todo en efectivo, añadió al pie de la nave en una base aérea militar de la capital, durante su conferencia de prensa matutina.

Valorado en 130 millones de dólares, el Boeing 787 Dreamliner fabricado en 2010 fue traído de regreso a México el miércoles pasado, tras pasar 19 meses en un hangar de California (Estados Unidos), donde recibió mantenimiento.

Uno de los oferentes ya depositó un millón de dólares como garantía.

Durante el proceso de venta, asesorado por la ONU, el gobierno asegura haber recibido 42 propuestas de potenciales compradores, pero solo considera dos.

«Espero que en pocos días ya se resuelva la venta», afirmó López Obrador.

México aún debe pagar un crédito contratado para la compra -cuyo monto no fue precisado- y el resto se destinará al sector salud.

«Es un insulto para el pueblo frente a la pobreza (…) que hay en México», aseveró López Obrador, quien delegó a funcionarios la tarea de mostrar a la prensa el interior de lo que considera un símbolo de «prepotencia».

Pintado con los colores de la bandera de México, el Boeing está equipado con una suite de cama doble, sala de juntas y hasta una caminadora.

En enero pasado, el gobernante propuso rifar el aparato, lo que desató críticas de la oposición. Finalmente desecho esa posibilidad, pues la ley prohíbe sortear bienes de la nación.

Sin embargo, la Lotería Nacional promueve una rifa en metálico cuyos boletos llevan impresa la imagen del Dreamliner. Está prevista para el 15 de septiembre, con motivo de la Independencia de México, pero hasta ahora solo vendió 25% de los billetes.

De venderse todos los boletos se obtendrían 3.000 millones de pesos (134,7 millones de dólares). Dos tercios se destinarán a premios y el resto al sector salud.

El anterior avión presidencial databa de 1985, y tras algunos incidentes, en el gobierno de Felipe Calderón (2006-2012) se autorizó su reemplazo.

Previo a recibirlo, el gobierno de Enrique Peña Nieto (2012-2018) realizó un estudio de mercado, pero, según dijo, no encontró compradores.

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