La cifra de muertos durante un motín en una cárcel de Venezuela aumentó a 47, según un nuevo balance ofrecido este sábado a la AFP por una diputada opositora y una ONG, que daba cuenta además de 75 heridos.

«Hasta ahora hay confirmados 47 fallecidos y 75 heridos», dijo la legisladora María Beatriz Martínez, representante por el estado de Portuguesa, donde está ubicado el centro penitenciario en el que produjo la revuelta cerca de las 13H00 del viernes, hora local (17H00 GMT).

El Ejército informó el viernes que hubo 17 muertos y nueve heridos durante una reyerta en el Centro Penitenciario de Los Llanos, en Guanare, capital de Portuguesa (oeste). Según los militares, los presos alteraron «el orden público», rompiendo «las rejas de seguridad perimétricas» en «un intento de fuga masiva».

El director del penal está entre los heridos, además de una teniente de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), que recibió el impacto de esquirlas de granada.

La identidad de los fallecidos, todos reclusos, se conoció gracias a «los familiares que han reconocido a los muertos por fotos que le muestran en computadora», dijo a la AFP Carolina Girón, de la ONG Observatorio venezolano de Prisiones (OVP). «Fue una masacre», remarcó.

Hasta ahora no ha habido un pronunciamiento oficial sobre lo ocurrido en la prisión, con capacidad para 750 reclusos pero que alberga a unos 2.500 reos.

«Lo que efectivamente ocurrió es una masacre de presos», denunció la parlamentaria que tuvo contacto con familiares que esperaban noticias a las afueras de la morgue.

«No es verdad que hubo un intento de fuga, lo que había era una revuelta de un grupo de reos que protestaban porque no les habían permitido el acceso a los alimentos» y por los «privilegios» de los que gozan algunos cabecillas entre los presos conocidos como «pranes», afirmó la parlamentaria.

Sin visitas por la pandemia

En las cárceles venezolanas es común que los reclusos reciban comida por parte de sus familiares, pero las visitas a los centros penitenciarios del país están restringidas por la cuarentena decretada desde el 16 de marzo por la pandemia de COVID-19.

«Lo que está pasando ahorita es que los guardias no quieren dejar pasar la alimentación para adentro, la retienen», dijo a AFPTV Yesica Jiménez Jiménez, familiar de uno de los presos.

Según el Observatorio, unos 97 detenidos murieron el año pasado en Venezuela, el 70% de ellos debido a enfermedades como la tuberculosis o a la falta de medicamentos y de atención médica.

Otra organización de defensa de detenidos, Una Ventana a la libertad, dijo que el año pasado murieron unas 192 personas en las celdas de la estación de policía debido a la falta de espacio en las cárceles.

Las autoridades venezolanas dicen que no se han registrado casos de coronavirus en las cárceles del país, donde oficialmente hay 345 casos y 10 muertes por Covid-19.

Las hacinadas cárceles venezolanas son escenario frecuente de sucesos sangrientos.

El 24 de mayo de 2019 murieron 29 presos en un motín en una comisaría también del estado Portuguesa, y el 31 de diciembre de ese mismo año 10 reclusos fallecieron en un centro de detención en Cabimas, en el estado de Zulia (noroeste).

Hay unas 100.000 personas privadas de libertad en Venezuela, estiman organizaciones privadas, de las que 40.000 están recluidas en cárceles con capacidad para unos 30.000 reos y el resto, ante la falta de capacidad en los penales, está en centros de detención preventiva, en su mayoría comisarías policiales, donde el hacinamiento supera el 200%.