Sawla-Tuna-Kalba (Ghana).- “¡Nunca se me había pasado por la cabeza la idea del carbón vegetal de pasto!”, exclama Mary Tiekor, miembro del grupo de mujeres Handi y productora de carbón vegetal, mientras sostiene en sus manos una briqueta ecológica recién elaborada. “Y sin embargo, aquí está, ¡y el proceso es muy rápido!”.

Como Mary, más de seis millones de personas de la zona ecológica de la sabana de Ghana dependen de la leña y el carbón vegetal para su uso diario, y esto representa solo una fracción de los más de 2.400 millones de personas de todo el mundo que dependen de la leña y el carbón vegetal para cocinar y obtener energía e ingresos.

Las prácticas insostenibles de producción de carbón han provocado y siguen provocando la deforestación y la degradación del medio ambiente del país.

Estos problemas medioambientales se ven agravados por la severa estación seca de Ghana, durante la cual el abundante pasto de la sabana suele alimentar los característicos incendios de esos meses. Los incendios pueden diezmar las cosechas y, en consecuencia, amenazar la seguridad alimentaria.

Ahora, el pasto de la sabana puede utilizarse como combustible para estufas gracias a un nuevo método de producción de carbón vegetal desarrollado y puesto a prueba como parte de una iniciativa del Instituto Millar de estudios transdisciplinarios y de desarrollo (MITDS), con el apoyo financiero y técnico del Mecanismo para Bosques y Fincas (FFF) de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

El nuevo método de producción pretende aprovechar el potencial de los pastos de la región, ayudando a reducir el riesgo de incendios y la degradación de los bosques al tiempo que contribuye a los objetivos ecológicos, económicos y sociales.

“Tenemos mucho pasto por todas partes, pero nunca supimos que pudiera ser útil o ayudarnos a paliar la pobreza”, afirma Biirbarimah Inuur, un carbonero de 40 años de la comunidad de Naafaa, en el distrito de Sawla-Tuna-Kalba, en la región de la sabana ghanesa.

Del pasto al carbón vegetal

Mientras que el carbón vegetal tradicional se produce con biomasa recolectada de los árboles, las briquetas de pasto utilizan hierba recolectada y un aglutinante para crear pequeños ladrillos de carbón vegetal.

El proceso requiere menos mano de obra y los ladrillos son más fáciles de producir. Esta tecnología ha creado un mercado para el combustible verde para cocinar, y ha incentivado a la gente a proteger el pasto y la tierra.

Además, cada 100 kilogramos de carbón vegetal de pasto que se consumen salvan dos árboles, lo que puede suponer 76 kilogramos de créditos de carbono al año.

Según el MITDS, el uso generalizado del carbón vegetal de pasto podría compensar más de 44 000 toneladas de carbono al año, con unos ingresos potenciales estimados de 4,4 millones de cedis ghaneses ($400.000) en créditos de compensación de carbono.

El MITDS ha ensayado la producción y el uso de briquetas de pasto con cinco organizaciones de productores forestales y agrícolas. Además, el FFF apoyó la capacitación de estas organizaciones de productores y facilitó el acceso a los mercados y su desarrollo.

Más del 95 % de los participantes afirmaron que las nuevas briquetas de pasto les parecían una buena oportunidad de negocio.

“Este (el carbón vegetal) arde más despacio y, como a las mujeres nos gusta cocinar a fuego lento, es el carbón adecuado para nosotras”, afirma Biirbarimah Inuur.

Capacitación de las comunidades locales

Las mujeres locales han sido un elemento central de la capacitación apoyada por el FFF, el MITDS y otros socios regionales, y representan 234 de las 448 personas capacitadas. Han aprendido a recolectar el pasto de forma sostenible, a producir briquetas de pasto y a comercializar los excedentes.

“Ahora preparo mi propio carbón vegetal de pasto para cocinar. Ahorro mucho dinero”, asegura Mary Stella Poerekuu, de 71 años, profesora jubilada de Lyssah, municipio de Lawra, en la región noroccidental.

Los empresarios locales estudian ahora la forma de establecer más negocios de carbón vegetal de pasto, tras el éxito de las empresas piloto en dos comunidades de las regiones de la sabana y noroccidental del país. Las enseñanzas adquiridas en estas iniciativas se utilizarán para ampliar el alcance del enfoque a todo el país.

Para mejorar la comercialización del carbón vegetal, el FFF y el MITDS están también desarrollando papel de pasto que pueda usarse como envase para las briquetas. Esto permitirá a los productores vender su carbón a precios más altos y mejorará el reconocimiento del producto.

El papel también se ha reconocido como un material potencial para mejorar los tejados de las viviendas rurales, ya que actúa como aislante para enfriar las casas en la estación seca y calurosa y reduce la presión sobre los recursos forestales utilizados para producir madera contrachapada.

Un entorno propicio para el carbón vegetal de pasto

En la actualidad, la producción de carbón vegetal de pasto, a 100 GHS (10 USD) por 100 kg, es aproximadamente el doble de cara que el carbón vegetal de madera, debido principalmente a los componentes adicionales necesarios, como un agente aglutinante.

“El pasto utilizado para el carbón vegetal también se compra a las comunidades, mientras que la tala de un árbol en el bosque se considera gratuita”, explica Sophie Grouwels, oficial forestal de la FAO y asesora del FFF en el país.

“Sin embargo, el FFF está apoyando al MITDS para reunir a expertos en energía verde y responsables de las políticas con el fin de encontrar formas de mejorar el entorno propicio para el carbón vegetal de pasto y hacerlo más atractivo para las comunidades”.

Una solución propuesta es implantar incentivos gubernamentales para impulsar su uso. Un planteamiento similar se utilizó con gran éxito en el país cuando se introdujeron por primera vez las cocinas de gas como alternativa a las cocinas de carbón vegetal de madera.

Los responsables de las políticas están expresando su apoyo a la nueva tecnología como una oportunidad para proteger los paisajes forestales al tiempo que se refuerzan los medios de vida locales.

Tras la prohibición de talar árboles para la producción de madera, Edward Ndanbbon Taalak, Coordinador del Distrito de Nabdam de la Organización Nacional de Manejo de Desastres de Ghana, en la región noroccidental, fue abordado por un grupo de mujeres que le preguntaron qué utilizarían para cocinar alimentos para sus familias.

“No tenía respuesta”, admite Taalak. “Pero ahora sí la tengo. Cuando vuelva, les diré: podéis seguir produciendo carbón vegetal para cuidar de vuestras familias. Pero esta vez, produciréis carbón de pasto, que aquí es más abundante que los árboles”.

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