Puerto Príncipe (AFP) – Un terremoto de magnitud 7,2 sacudió Haití el sábado, dejando al menos 277 muertos y derrumbes de edificios en este país caribeño que aún no se recupera del devastador sismo de 2010, y que padece una crisis política y social en medio de la pandemia de covid-19.

El sismo, que hizo temblar las casas y obligó a la población a buscar protección, se produjo hacia las 08H30 locales (12H30 GMT) y tuvo su epicentro a unos 160 km de la capital haitiana, Puerto Príncipe, según del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS).

Hasta el momento se han confirmado al menos 277 muertos, según el director de protección civil del país, Jerry Chandler.

De ese total, 17 muertes se registraron en el departamento de Grand-Anse, nueve en la ciudad de Cayes y tres en el departamento de Nippes, donde se encuentra el epicentro del sismo, en el suroeste de la isla.

Christella Saint Hilaire, que vive cerca del epicentro, dijo a la AFP que «muchas casas están destruidas» y que «las réplicas siguen produciéndose».

«Las casas y los muros que las rodean se han derrumbado. El tejado de la catedral se derrumbó», aseguró por su parte Job Joseph, residente de la ciudad de Jeremie, en el extremo occidental de Haití.

En el centro de esa ciudad, compuesta principalmente por residencias y edificios de una sola planta, se registraron graves daños.

Haití declaró el estado de emergencia en respuesta a la catástrofe y el presidente estadounidense, Joe Biden, aprobó ayuda «inmediata» para el país caribeño, dijo a la prensa un funcionario de la Casa Blanca.

Los habitantes compartieron imágenes en redes sociales que muestran los desesperados esfuerzos para sacar a gente de los escombros de los edificios derrumbados, mientras varias personas gritaban tratando de encontrar un lugar seguro fuera de sus casas.

«Todos los recursos» –

«Estoy movilizando todos los recursos de mi administración para acudir en ayuda de las víctimas», escribió en Twitter el primer ministro de Haití, Ariel Henry, al tiempo que llamaba a la unidad de la nación.

La larga sacudida inicial se sintió en gran parte del Caribe, incluso en Santiago de Cuba (a unos 300 km de Saint-Louis-du-Sud), donde muchos residentes salieron de sus hogares, según Radio Rebelde.

El USGS emitió inicialmente una alerta de tsunami, previendo posibles olas de hasta tres metros a lo largo de la costa de Haití, pero poco después la levantó.

Los daños en la ciudad de Les Cayes parecen ser importantes, incluyendo el derrumbe de un hotel de varios pisos.

Los residentes compartieron imágenes en las redes sociales de las ruinas de edificios de hormigón, incluida una iglesia en la que aparentemente se estaba celebrando una ceremonia el sábado en la ciudad suroccidental de Les Anglais.

«Mi solidaridad y la de todo el pueblo español con Haití por el grave terremoto que ha sufrido (…) Contáis con el apoyo de España para salir adelante tras este terrible suceso», dijo el presidente del gobierno de España, Pedro Sánchez, en Twitter.

Una tragedia tras otra –

Un terremoto de magnitud 7 en enero de 2010 dejó gran parte de Puerto Príncipe y las ciudades cercanas en ruinas polvorientas. Causó la muerte de más de 200.000 personas y dejó otras 300.000 heridas.

Más de un millón y medio de haitianos se quedaron sin hogar, dejando a las autoridades de la isla y a la comunidad humanitaria internacional ante un reto colosal en un país que carece de un registro de tierras y de códigos de construcción.

Ese terremoto destruyó cientos de miles de viviendas, al igual que edificios administrativos y escuelas, así como el 60% del sistema sanitario de Haití.

La reconstrucción del principal hospital del país sigue incompleta, y las organizaciones no gubernamentales se han esforzado por suplir las numerosas deficiencias del Estado.

El terremoto de este sábado se produce poco más de un mes después de que el presidente Jovenel Moise fuera asesinado en su casa por un comando armado, lo que conmocionó a un país que ya lucha contra la pobreza, una creciente violencia de las bandas criminales y la pandemia de covid-19.

El juez de instrucción designado el lunes para dirigir la investigación judicial sobre el magnicidio de Moise anunció el viernes que abandonaba el caso.

La policía dice que ha detenido a 44 personas en relación con el asesinato, incluidos 12 policías haitianos, 18 colombianos que supuestamente formaban parte del comando y dos estadounidenses de origen haitiano.

El jefe de seguridad de Moise se encuentra entre los detenidos en relación con el complot supuestamente organizado por un grupo de haitianos con vínculos en el extranjero.

La policía ha emitido avisos de búsqueda de otras personas, entre ellas un juez de la Corte Suprema de Haití, un exsenador y un empresario.

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