Santiago (AFP) – Camioneros independientes continuaban este domingo por tercer día consecutivo bloqueos en rutas al norte y sur de Chile en protesta por la muerte de un compañero el jueves, pese a un acuerdo alcanzado con el gobierno de Sebastián Piñera que implica militarización de zonas fronterizas.

Además, la aerolínea Latam, la principal compañía aérea nacional, anunció que se mantiene la suspensión de varios vuelos a raíz de los cortes en accesos a los aeropuertos del norte de Chile, sobre todo en Iquique, un puerto a unos 1.800 km de Santiago.

«El bloqueo no se acaba. Hasta que los dirigentes no nos digan se mantiene», decían conductores sobre sus camiones que bloqueaban la ruta principal en Iquique, en escenas que se repiten en varios tramos hasta cerca de Santiago y al sur del país.

El gobierno alcanzó el sábado un acuerdo con 17 gremios de camioneros para garantizar mayor seguridad en la ruta, sobre todo en el norte, donde denuncian que han aumentado los asaltos y ataques en medio de una situación migratoria compleja.

El acuerdo implica un «estado de excepción» a partir de este lunes para desplegar militares y ayuda en equipos en zonas fronterizas de cuatro provincias de las regiones de Antofagasta y Arica.

Tras este acuerdo los camioneros anunciaron el fin de los bloqueos que empezaron con llamados contra la migración irregular.

Desde finales de 2020 han ingresado a Chile por pasos clandestinos del norte del país miles de migrantes, en su mayoría provenientes de Venezuela, que se han instalado en carpas o en plazas o caminan a la deriva pidiendo ayuda.

Fue en una ruta que comunica estas zonas con la ciudad minera de Antofagasta donde el jueves un joven camionero chileno murió tras un presunto enfrentamiento con extranjeros que lanzaron piedras a los camiones para que los llevaran.

La policía detuvo tras el incidente a tres venezolanos.

Policía chilena desaloja a migrantes indocumentados en plaza de Iquique

Este nuevo incidente aumentó la tensión instalada desde hace meses en las grandes ciudades del norte chileno, fronteriza también con Perú, que acusan problemas de seguridad pública y deterioro de sus espacios públicos desde el arribo descontrolado de migrantes sin documentos.

Al menos 20 migrantes han muerto en los pasos clandestinos a más de 4.000 metros de altura y temperaturas extremas cuando cruzan durante la noche.

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