Ginebra (Suiza).- La Organización Meteorológica Mundial (OMM) presentó recientemente su informe anual sobre las tormentas de arena y polvo, destacando cómo el cambio climático está intensificando estos fenómenos en todo el mundo. 

Este informe examina las consecuencias de las tormentas de arena y polvo en la sociedad y destaca áreas críticas de concentración de polvo en diferentes partes del planeta.

En el año 2022, se identificaron puntos críticos con concentraciones significativamente más altas de polvo en América Central y del Sur, España, África Central, el Mar Rojo, la Península Arábiga y muchas otras regiones. 

La media global de concentraciones de polvo en superficie aumentó ligeramente en 2022 debido al aumento de las emisiones en varias áreas, incluyendo África, la Península Arábiga y China.

El informe de la OMM resalta que el cambio climático y la mala gestión de recursos como el agua y la tierra son factores clave en el aumento de las tormentas de arena y polvo. 

El aumento de temperaturas, la sequía y la evaporación reducen la humedad del suelo, lo que favorece la formación de estas tormentas.

Los efectos negativos de las tormentas de arena y polvo son evidentes en la aviación, el transporte terrestre y la producción de energía solar.

 Además, estas tormentas propagan patógenos humanos, afectando negativamente a las economías y la salud de las personas.

 En la región panamericana, la pérdida de nutrientes del suelo tiene un costo estimado de más de 8000 millones de dólares al año para la agricultura.

El informe también destaca las regiones más vulnerables, como el Oriente Medio, donde la desertificación y los episodios de polvo son cada vez más alarmantes. 

La extracción intensiva de agua y la presión sobre los recursos hidrológicos agravan estos desafíos en un clima árido. Regiones como Afganistán, Pakistán, Irán, Irak y Siria están experimentando un aumento en las emisiones de polvo.

El transporte transatlántico de polvo africano invade regiones como el Mar Caribe, Sudamérica y el mar Mediterráneo, lo que subraya la necesidad de una acción global para abordar este problema. 

La OMM se compromete a enfrentar este desafío, mejorando las capacidades de predicción y alerta temprana de tormentas de polvo.

“La OMM está comprometida a hacer frente a este grave peligro. Las tormentas de arena y polvo tienen impactos en la salud, en el transporte, incluidos la aviación, el transporte terrestre, el transporte por carretera y ferrocarril y la agricultura’, dijo el Secretario General de la OMM, profesor Petteri Taalas. 

“Esto afecta a la salud y la seguridad públicas y a las economías”.

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