París (Francia).- La educación es un pilar fundamental en el desarrollo de sociedades prósperas y equitativas. 

En la era digital actual, la tecnología se ha convertido en un aliado valioso para enriquecer el proceso de aprendizaje. 

Sin embargo, es esencial asegurar que su implementación sea apropiada y responsable. 

Es en este contexto que la UNESCO ha emitido un urgente llamado para el uso adecuado de la tecnología en la educación.

La UNESCO pide a los países que consideren la importancia de una regulación adecuada en el uso de la tecnología en la educación, con el objetivo de mejorar el aprendizaje y proteger la interacción humana, garantizando así una educación de calidad para todos los estudiantes.

En un informe reciente titulado “Tecnología en educación: Una herramienta bajo qué términos«, la UNESCO destaca la falta de una regulación adecuada y una gobernanza efectiva en el uso de la tecnología en los entornos educativos. 

Este informe subraya la necesidad de que los países establezcan sus propias condiciones para garantizar que la tecnología mejore la educación sin reemplazar la instrucción presencial impartida por los docentes.

“La revolución digital contiene un potencial inconmensurable pero, al igual que se ha advertido sobre cómo debe regularse en la sociedad, debe prestarse una atención similar a su uso en la educación”, dijo Audrey Azoulay, Directora General de la UNESCO

Es esencial comprender que la revolución digital ofrece innumerables posibilidades, pero debemos ser cautelosos. 

La interacción humana entre docentes y estudiantes es invaluable y debe ser preservada. 

La tecnología debe ser utilizada para mejorar las experiencias de aprendizaje y el bienestar de estudiantes y profesores, poniendo siempre las necesidades del estudiante en primer lugar.

El informe destaca la importancia del papel de los docentes en el proceso educativo. 

La tecnología no debe ser un sustituto de la interacción humana, sino un complemento para enriquecer la experiencia educativa. 

“Hay que anteponer las necesidades del estudiantado y apoyar a la docencia. Las conexiones en línea no sustituyen a la interacción humana”, dijo Azoulay.

Existen evidencias que muestran que los beneficios del aprendizaje desaparecen cuando la tecnología se utiliza de manera excesiva o sin la guía de docentes cualificados.

Asimismo, se resalta la necesidad de abordar las desigualdades creadas por el aprendizaje exclusivamente en línea, especialmente durante la pandemia de COVID-19. 

Los estudiantes más vulnerables, aquellos en áreas rurales o de bajos recursos, se vieron afectados desproporcionadamente cuando el contenido en línea no era apropiado para sus contextos.

Uno de los puntos más llamativos del informe es la recomendación de implementar una prohibición mundial de smartphones en las escuelas. 

El uso excesivo de teléfonos móviles se ha relacionado con un rendimiento educativo reducido y efectos negativos en la estabilidad emocional de los niños.

“Debemos enseñar a las y los niños a vivir tanto con la tecnología como sin ella; a tomar lo que necesiten de la abundancia de información, pero a ignorar lo que no es necesario; a dejar que la tecnología apoye, pero nunca suplante, las interacciones humanas en la enseñanza y el aprendizaje”, dijo Manos Antoninis, Director del Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo (GEM).

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