La Paz (AFP) – Autoridades y vecinos de una zona periférica de la ciudad de Cochabamba (centro) llegaron este sábado a un acuerdo que puso fin a una protesta de diez días en un vertedero municipal que provocó la acumulación de basura en el área urbana.

«Este acuerdo va a permitir que los carros basureros de la Empresa Municipal de Servicios de Aseo puedan trasladar la basura en el transcurso de las próximas horas al botadero de K’ara K’ara», declaró a la prensa José María Leyes, Alcalde de Cochabamba.

Los vecinos de este barrio, en su mayoría de origen indígena quechua, exigían el cierre del vertedero por considerarlo un foco de infección en tiempos de covid-19, enfermedad que azota especialmente a este populoso sector de la ciudad. 

Solicitaban además la construcción de redes domiciliarias de agua potable, que llega a la zona en camiones cisterna, y la flexibilización de la cuarentena dispuesta para frenar la pandemia.

En los últimos tres meses, el vertedero estuvo cerrado en cuatro ocasiones por protestas de los pobladores de este vecindario, localizado a las afueras de Cochabamba.

Los manifestantes fueron objeto el sábado pasado de una violenta represión por parte de fuerzas policiales y militares, lo que provocó la reacción de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que llamó al gobierno boliviano a «garantizar» los derechos humanos y a «no criminalizar a líderes, lideresas y participantes de las protestas sociales».

Tras el acuerdo, los carros basureros iniciaron la recolección de las toneladas de residuos acumuladas en esta ciudad de algo más de 600.000 habitantes en el corazón de Bolivia.

Cochabamba es la tercera región más castigada por el coronavirus, con 4.915 contagiados, detrás de Santa Cruz (este) y La Paz. 

Bolivia, con 11 millones de habitantes, registra 45.565 casos y 1.702 fallecidos.

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