Lima (AFP) – La Corte Suprema peruana anuló este miércoles el indulto humanitario y ordenó la captura inmediata del expresidente Alberto Fujimori, libre desde diciembre tras una polémica decisión del entonces mandatario Pedro Pablo Kuczynski.
Horas después, el expresidente fue ingresado a una clínica de Lima, mientras que su abogado apeló las decisiones del tribunal.
El juez Hugo Núñez, del juzgado de investigación preparatoria de la Corte Suprema, declaró fundado el pedido de familiares de las víctimas «de no aplicación del indulto humanitario en favor de Alberto Fujimori», señaló el Poder Judicial en Twitter.
Asimismo, el juez dictó orden de captura contra Fujimori, de 80 años, quien vivía solo en el barrio residencial de La Molina, al este de Lima.
«El juez giró las órdenes de ubicación y captura contra el expresidente Fujimori a fin de que sea reingresado al establecimiento penitenciario que designe la autoridad penitenciaria», tuiteó el poder judicial.
Alejandro Aguinaga, médico de Fujimori, no ocultó su sorpresa por la noticia. «Vemos que en el Perú no se respeta nada, no se respeta la independencia de poderes, el indulto al presidente Fujimori fue una acción constitucional», dijo indignado a la radio RPP.
Carlos Rivera, abogado de los familiares de víctimas del gobierno de Fujimori que pidieron anular el perdón, justificó en tanto a la AFP la decisión por las «irregularidades en el indulto».
«El indulto de Kuczynski a Alberto Fujimori carece de valor jurídico y por lo tanto tiene que regresar a prisión por irregularidades en el proceso», dijo Rivera, quien señaló que «no se cumplieron los estándares internacionales».
Fujimori se benefició del indulto concedido por Kuczynski en víspera de Navidad pocos días después de que el entonces mandatario de centroderecha se salvara de ser destituido por el Congreso por haber mentido sobre sus lazos con la cuestionada empresa brasileña Odebrecht, que le llevaron a renunciar a la presidencia tres meses después.
La hija del exgobernante, la influyente líder opositora Keiko Fujimori, lamentó la decisión de la Corte, calificándola de «inhumana», y suspendió una gira proselitista al interior del país.
«El día de hoy es el día mas triste de nuestras vidas, es doloroso», declaró Keiko, llorando ante los periodistas.
– Dos apelaciones –
Fujimori, quien gobernó de 1990 a 2000, fue condenado a 25 años de prisión por las matanzas de Barrios Altos y la universidad La Cantuta, perpetradas en 1991 y 1992 por un escuadrón de la muerte integrado por militares.
Acompañado por su hijo menor, Kenji Fujimori, el expresidente fue trasladado en ambulancia hasta la Clínica Centenario Peruano Japonesa, en la que había estado internado varias veces antes por problemas de salud.
«Como hijo de Alberto Fujimori es mi deber humano estar con él en sus momentos más difíciles», tuiteó Kenji.
Por su parte, el abogado de Fujimori, Miguel Pérez, presentó dos apelaciones, una para impugnar la anulación del indulto y la otra para pedir que su cliente permanezca en libertad mientras la justicia analiza su primer recurso.
«Estamos con un recurso legal pendiente en estos momentos», declaró el abogado a la prensa.
En junio, la Corte Interamericana de Derechos Humanos dispuso que el indulto a Fujimori fuera revisado por presuntos errores en el proceso y dio octubre como fecha límite para pronunciarse.
– Enfermo –
El expresidente tiene problemas crónicos de salud, como hipertensión, arritmia cardiaca y un cáncer en la lengua, que lo llevan a la clínica frecuentemente. Recibió el indulto humanitario en diciembre de 2017 tras doce años en prisión, donde cumplía una sentencia de 25 años por crímenes de lesa humanidad ocurridos durante su gobierno 1990-2000.
Desde que recuperó su libertad hace 10 meses por el polémico indulto de Kuczynski, el ingeniero y matemático Fujimori se recluyó a escribir, cultivar plantas en el jardín -una de sus pasiones-, unir a su dividida familia -dos de sus hijos, Keiko y Kenji están peleados – y alternar con sus cuatro hijos y dos nietas.
«En los contados años que me quedan me dedicaré a tres objetivos: unir a mi familia, mejorar en lo que pueda mi salud y hacer un balance equilibrado y sereno de mi vida. Esos son mis tres principales metas al cumplir mi octava década de existencia», dijo Fujimori en julio con motivo de su 80 cumpleaños en un texto manuscrito enviado a la AFP.