Lima (AFP) – La lucha contra la discriminación, Nicaragua, la migración venezolana y la guerra en Ucrania prometen acaparar los debates de la 52ª Asamblea General de la OEA, el principal foro político en las Américas, que empieza este miércoles en Lima.

«Seguiremos trabajando por preservar los derechos humanos sin distinción por motivos de raza, religión, identidad, orientación sexual, ningún otro», dijo el secretario general de la OEA, el uruguayo Luis Almagro, al participar en la mañana, junto con el presidente peruano Pedro Castillo, en un encuentro de colectivos sociales.

Castillo y Almagro inaugurarán en la tarde al cónclave de tres días de la Organización de Estados Americanos (OEA), que tendrá lugar en el Centro de Convenciones de Lima, y al que el jueves se sumará el jefe de la diplomacia estadounidense, Anthony Blinken.

La Asamblea tiene lugar en «un momento difícil en términos de la acumulación de problemas», según Manuel Orozco, del centro de estudios Diálogo Interamericano en Washington.

«Blinken sabe que los países de la región se han distanciado de Estados Unidos, en parte porque este país tampoco ha sido proactivo en la región en los últimos años», dijo Orozco a la AFP.

Para Blinken «el objetivo es reconstruir confianza con acercamiento a varios países, como Colombia, Perú, Chile, y tratar de identificar muestras de confianza trabajando en tareas comunes», añadió, al mencionar las tres naciones -todas ellas con gobiernos de izquierda- de la gira en curso del secretario de Estado.

«No confío en la OEA» –

Los cancilleres americanos debatirán diversos proyectos de resolución y declaración, principalmente sobre Nicaragua y la situación de seguridad en Haití.

También discutirán sobre la migración venezolana y la invasión rusa a Ucrania, que amenaza la seguridad alimentaria en América Latina.

Perú puso en la agenda la lucha contra la discriminación, lo que agitó las aguas en Lima.

El encuentro de Almagro y Castillo con los colectivos fue interrumpido por unas activistas que gritaron consignas y alzaron pancartas en favor del «aborto libre». En Perú solo es legal el aborto terapéutico desde 1924, pero con una serie de restricciones.

Por su lado, el legislador peruano Alejandro Muñante convocó a una protesta el jueves para rechazar la «agenda progresista de la OEA».

Muñante integra el partido ultraconservador Renovación Popular del virtual nuevo alcalde de Lima, el empresario Rafael López Aliaga, quien declaró el martes: «No confío en los funcionarios de la OEA».

Un camión con el cartel «OEA: a la mujer la define la biología, no la ideología», fue estacionado frente al Congreso peruano el lunes, en rechazo a que la asamblea aborde los derechos de las minorías sexuales.

Hace unos años, los que protestaban contra la OEA eran movimientos de izquierda, que la acusaban de ser instrumento de Estados Unidos, país que aporta más del 50% de su presupuesto anual.

«Necesitamos ayuda» –

Por propuesta de Perú, la Asamblea General también abordará la seguridad alimentaria, amenazada por la invasión rusa a Ucrania.

La OEA pidió en marzo el fin de posibles «crímenes de guerra» en Ucrania y en abril suspendió a Rusia como observador permanente.

Al margen de la OEA, Blinken codirigirá una reunión sobre migración, un gran problema para Estados Unidos en la frontera con México.

La migración preocupa también a Panamá, por lo que su canciller, Erika Mouynes, planea hablar en Lima con sus pares de Costa Rica y Colombia.

«Nuevamente tenemos un incremento migratorio y Panamá no puede asumir esta responsabilidad sola. Necesitamos ayuda y vamos a demandarla», expresó la ministra.

Nicaragua –

La situación en Nicaragua es otro reto complicado para la OEA, debido al aislamiento del régimen de Daniel Ortega, cuestionado por su cuarto mandato consecutivo obtenido en 2021, con sus rivales presos o en el exilio.

Para captar la atención de la OEA, opositores nicaragüenses colocaron en una avenida próxima al Centro de Convenciones un enorme letrero con la imagen de un ave y la leyenda: «Exigimos libertad para más de 205 personas presas políticas en Nicaragua».

En noviembre de 2021 Managua anunció su retiro de la OEA y cinco meses después cerró la oficina del organismo. Hace unos días Ortega expulsó a la embajadora de la Unión Europa, rompió lazos diplomáticos con Holanda y rechazó la llegada del nuevo embajador de Estados Unidos. Tanto la UE como Washington han impuesto sanciones contra Nicaragua.

La Asamblea debe examinar también una declaración sobre los derechos humanos en Venezuela, adelantó el encargado de la diplomacia estadounidense para las Américas, Brian Nichols.

Otro tema que puede sobrevolar la Asamblea es el proceso de elección del nuevo presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), abierto la semana pasada tras la destitución del estadounidense Mauricio Claver-Carone por cuestionamientos éticos.

Su designación en 2020, por impulso del entonces presidente estadounidense Donald Trump, rompió la tradición de que el BID esté dirigido por un latinoamericano.

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