Washington (AFP) – El senador estadounidense de alto rango Bob Menéndez envió este jueves una carta al gobierno pidiendo revocar el visado del expresidente de Honduras Juan Orlando Hernández y lo sancione como «capo del narcotráfico en el extranjero».

En una carta enviada al secretario de Estado, Antony Blinken, y a la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, el influyente senador demócrata insta a la administración a asegurarse de que Hernández rinda cuentas por sus acciones como «co-conspirador».

Fiscales estadounidenses dan credibilidad a testimonios que implican a Hernández en delitos de narcotráfico y lo designan como «co-conspirador», aunque no existe una acusación formal contra el exmandatario, que afirma que se trata de una venganza.

Su hermano Antonio «Tony» Hernández cumple cadena perpetua en una cárcel de Estados Unidos por traficar toneladas de cocaína.

Las acusaciones presentadas durante casos llevados adelante por tribunales federales indican que Hernández «ha estado involucrado en actividades criminales y en el tráfico de drogas, acciones que han puesto en peligro la seguridad nacional de los Estados Unidos y la prosperidad del pueblo hondureño y por las que aún no ha rendido cuentas», afirma el presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado.

«Desbaratamos los carteles» –

Por su parte, Hernández rechazó los cargos. En un comunicado, le respondió a Menéndez que durante su gestión presidencial se «desbarataron los carteles» de la droga.

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«Usted ha visto los resultados cómo desbaratamos los carteles de la droga y pusimos a 59 presuntos narcos bajo custodia estadounidense: 28 por extradición y 31 quienes se rindieron porque sabían que yo era implacable contra el narcotráfico», respondió el expresidente.

«En mayo de 2013 usted vino a Honduras y me pidió, como presidente del Congreso Nacional [cargo de Hernández en ese momento], que presionara para que Honduras hiciera las extradiciones. Nuestros resultados se celebran en Washington», aseveró.

«Usted sabe que ningún líder involucrado en el narcotráfico o comprometido con el crimen organizado aprobaría la extradición, arrebataría a la policía del control de los narcos, aprobaría el decomiso de activos (…) usted sabe quién soy», subrayó Hernández.

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Sin tolerancia a la impunidad –

En su nota Menéndez expone que «al sancionar al expresidente Hernández bajo la Ley de Designación de Capos de Narcóticos Extranjeros y revocar su visa, el gobierno de Biden puede afirmar su compromiso con avanzar el estado de derecho en Centroamérica y emitir una declaración inequívoca de que la impunidad gubernamental no será tolerada en ningún lugar».

El senador estima que el gobierno del presidente Joe Biden debe inspirarse en las sanciones similares emprendidas en el pasado contra el exvicepresidente venezolano Tareck El Aissami y el expresidente colombiano Ernesto Samper «al verse involucrados en actividades relacionadas con el tráfico de drogas».

«Según el Departamento de Justicia, la impunidad entre los altos funcionarios del gobierno implicados en actividades de narcotráfico en Honduras ha contribuido a que el país se convierta en ‘uno de los principales puntos de transbordo de la cocaína con destino a Estados Unidos’ y en un ‘narcoestado desmoronado'», agregó el senador.

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Menéndez criticó que se excluya a Hernández de la actual lista del Departamento de Estado sobre actores corruptos y antidemocráticos del Triángulo Norte, como se conoce al territorio que forman Guatemala, Honduras y El Salvador.

«Me temo que la omisión de Juan Orlando Hernández de estas listas está enviando el mensaje equivocado al pueblo hondureño en un momento de transición para su democracia, así como también a los funcionarios públicos de toda la región», indicó.

«Estados Unidos debe seguir demostrando su apoyo al estado de derecho y a los pueblos de toda América Latina al identificar, denunciar y sancionar a cualquier funcionario en el extranjero implicado en el narcotráfico y en el socavamiento de la democracia en el hemisferio, independientemente de que los mismos sean presidentes o funcionarios de alto rango de países aliados», sostuvo en la carta.

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