Bogotá (AFP) – El Congreso de Colombia despejó este lunes el camino para la prohibición del asbesto, una fibra mineral usada ampliamente en la construcción que es cancerígena y mata a decenas de miles de personas al año, según la Organización Mundial de Salud (OMS).

Después de 12 años de iniciativas fallidas, el Senado dio el visto bueno definitivo al proyecto que proscribe el asbesto o amianto a partir de 2021.

El texto -que «decreta la prohibición» de este material en toda su cadena: explotación, producción, venta, distribución y exportación- deberá ser promulgado como ley por el presidente Iván Duque en los próximos días.

«Todos los colombianos estamos en riesgo frente a este enemigo silencioso, que está presente en nuestros hogares, en hospitales, en nuestros colegios», dijo a la AFP la senadora oficialista Nadia Blel, promotora del proyecto.

Por años la industria había ejercido una «muy fuerte presión» para evitar la prohibición, aunque ahora cuenta con «la tecnología para «producir sin asbesto», agregó la legisladora.

El Senado acogió la propuesta que ya había sido avalada por la cámara baja y concilió – con 79 votos a favor y uno en contra- los términos de la futura norma, antes de enviarla a Duque para su firma.

La ley lleva el nombre de Ana Cecilia Niño, unas de las víctimas mortales del asbesto. La mujer falleció en 2017 de una enfermedad asociada al contacto con este material.

La nueva legislación impone millonarias multas a los infractores y ordena al gobierno levantar un censo de las personas que estuvieron expuestas a la fibra mineral para garantizar su atención médica.

Asimismo, las autoridades tendrán cinco años para sustituir el amianto instalado, que por décadas se utilizó en la fabricación de tejas y tuberías de agua o en el recubrimiento de edificios.

Colombia se convertirá así en el país número 67 en prohibir el asbesto. En América Latina, Argentina, Brasil, Chile, Honduras y Uruguay ya habían desterrado su uso, según la senadora Blel. En 2005 lo hizo la Unión Europea.

El amianto se hizo popular por su resistencia al calor y al fuego.

Según la OMS, más de 107.000 personas mueren al año en todo el mundo por la exposición al amianto en lugares de trabajo.

Esta fibra puede ser inhalada y alojarse por mucho tiempo en los pulmones hasta provocar la muerte por problemas respiratorios. El asbesto ha sido clasificado internacionalmente como cancerígeno.