Caracas (AFP) – Roberto Marrero, jefe de despacho del líder opositor venezolano Juan Guaidó, fue detenido este jueves acusado de terrorismo, ante lo cual Estados Unidos amenazó con dar una lección al gobierno de Nicolás Maduro.

Marrero, abogado de 49 años, fue arrestado en la madrugada por el servicio de inteligencia (Sebin) en su residencia de Caracas, sindicado de integrar una «célula terrorista» que planeaba atentados, aseguró el ministro de Interior y Justicia, Néstor Reverol, en la televisión estatal.

Aunque no mencionó a Guaidó, reconocido como presidente interino por más de 50 países, dijo que ese comando forma parte de «grupo mayor» que está siendo perseguido.

Marrero «es el responsable directo de la organización de estos grupos criminales», afirmó Reverol, indicando que al abogado le incautaron un «lote de armas de guerra» y dinero.

Según la acusación, el jurista había reclutado a «mercenarios colombianos y centroamericanos» para «atentar» contra políticos, militares y jueces, y realizar actos de sabotaje a los servicios públicos «para crear caos».

En el operativo, que incluyó el allanamiento del domicilio del diputado opositor Sergio Vergara, vecino de Marrero, también fue detenido un escolta.

Más temprano, Guaidó dijo que no se dejará amedrentar por lo que catalogó de «secuestro» y una muestra de «debilidad» de Maduro al no poder detenerlo a él.

«Como no pueden llevarse preso al presidente encargado, se llevan a los más cercanos. Acá seguiremos, pase lo que pase seguimos adelante», sostuvo en rueda de prensa.

Guaidó fue detenido durante una hora el pasado 13 de enero, en un hecho que Maduro atribuyó a una acción independiente de agentes del Sebin que fueron apresados.

– Estados Unidos advierte –

El vicepresidente estadounidense, Mike Pence, dijo que su país no tolerará el «encarcelamiento o intimidación (…) del gobierno legítimo», mientras Elliott Abrams, representante de la Casa Blanca para la crisis venezolana, expresó que «el gobierno va a aprender que esos acontecimientos tienen resultados inmediatos y duros».

Abrams mencionó a la jueza Carol Padilla, los fiscales Farid Mora Salcedo y Dinora Bustamante, y los oficiales del Sebin Dani Contreras y Ángel Flores.

«Ustedes no están obligados a cumplir órdenes inconstitucionales ni a ser cómplices de crímenes que no prescriben», conminó Guaidó.


La ONU, en tanto, expresó «preocupación» y pidió a todos los actores «disminuir las tensiones».

Mientras, la Unión Europea (UE) exigió la liberación «de forma inmediata e incondicional», al igual que el Grupo de Lima (13 países latinoamericanos y Canadá), que fustigó al «régimen ilegítimo y dictatorial» de Maduro.

La UE consideró además que estos sucesos «socavan los esfuerzos» de un grupo de países europeos y latinoamericanos que busca una solución pacífica al conflicto.

Washington lidera el grupo de naciones que reconocen a Guaidó como mandatario encargado después de que éste se autoproclamara presidente interino el 23 de enero, basado en la decisión del Congreso que declaró a Maduro «usurpador» por haber sido reelegido de manera «fraudulenta».

Vergara contó a periodistas que cuando se llevaban preso a Marrero, éste le gritó que le habían puesto intencionalmente en su casa «dos fusiles y una granada».

– «Detenciones arbitrarias» –

Marrero fue secretario del Parlamento en 2016 y abogado del opositor Leopoldo López, en prisión domiciliaria.

En enero, el gobierno de Maduro difundió un video de un supuesto encuentro secreto entre el poderoso dirigente oficialista Diosdado Cabello, Guaidó y Marrero.

Tras negar inicialmente que se hubiera producido dicha reunión, el jefe parlamentario le restó importancia.

El arresto de Marrero ocurre un día después de que la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, denunciara «detenciones arbitrarias» de opositores en Venezuela.

Jefe de despacho de Guaidó detenido en Venezuela acusado de terrorismo
La casa de Roberto Marrero, jefe de despacho de Juan Guaidó, reconocido como presidente interino de Venezuela por más de 50 países, ubicada en Caracas, el 21 de marzo de 2019
© AFP Ronaldo Schemidt

Delegados de Bachelet culminarán este viernes una visita para evaluar la situación de derechos humanos y el impacto de la peor crisis socioeconómica del país petrolero en su historia moderna.

Según la ONG Foro Penal, en Venezuela hay unos 866 «presos políticos».

La detención añade más turbulencia a la crisis, que avanza hacia un nuevo pico con la advertencia de Guaidó de que pronto irá con sus partidarios hasta el palacio presidencial de Miraflores, en Caracas, para asumir su mando.

Para ello organiza una movilización nacional. En su ofensiva no descarta pedirle al Legislativo que autorice una intervención militar extranjera.

Washington tampoco excluye una acción armada para sacar a Maduro, a quien se ha propuesto estrangular económicamente con sanciones.

Pero Guaidó reconoce que antes debe tener a las Fuerzas Armadas «totalmente alineadas», su mayor desafío pues hasta ahora la cúpula militar se mantiene leal a Maduro.