Maduro emprende diálogo con un sector opositor venezolano
El ministro de Comunicaciones de Venezuela, Jorge Rodríguez, la vicepresidenta Delcy Rodríguez, el diputado opositor Timoteo Zambrano y el canciller Jorge Arreaza junto a otras autoridades después de firmar un acuerdo para el regreso del gobierno al Parlamento, el 16 de septiembre de 2019 en Caracas © Venezuela's Foreign Ministry/AFP HO

Caracas (AFP) – El gobierno venezolano de Nicolás Maduro anunció este lunes el inicio de diálogos y un primer acuerdo con un sector de la oposición al margen de su mayor adversario, Juan Guaidó, quien dio por agotadas las conversaciones auspiciadas por Noruega.

«Hoy se ha firmado un acuerdo que abre las puertas hacia un gran diálogo para la paz, la convivencia nacional», dijo Maduro en una alocución televisiva.

Suscrito inesperadamente ante miembros del cuerpo diplomático, el pacto prevé el retorno inmediato del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) al Parlamento -único poder controlado por la oposición-, del cual se retiró en 2016. El Legislativo sesionará este martes.

El documento establece una «mesa de diálogo» y se anuncia un día después de que Guaidó declarara agotadas las conversaciones entre la oposición y el gobierno, que se desarrollaban desde mayo en Barbados.

Sin embargo, Maduro aclaró que el acuerdo de este lunes no cierra las puertas a esas negociaciones, en las que media Noruega.

El escrito compromete a cuatro movimientos con presencia minoritaria en el Congreso, presidido por Guaidó, a quien medio centenar de países reconocen como mandatario encargado del país tras autoproclamarse en enero pasado.

«Se incorporarán a la Asamblea Nacional la fracción del PSUV y las fracciones aliadas», señala el acuerdo, para el que Cuba, principal aliado de Maduro en la región, reclamó apoyo internacional.

Tras 17 años de hegemonía chavista, la pérdida del Parlamento en 2015 marcó el inicio de la actual crisis, que se combina con la mayor debacle económica en la historia reciente de la otrora potencia petrolera.

Ni bien se instaló en enero de 2016, el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), de línea oficialista, declaró en desacato a la cámara, que en la práctica fue sustituida por la chavista Asamblea Constituyente, elegida en 2017 y desconocida por la oposición.

A inicios de este año, en el pico de la crisis, la mayoría parlamentaria declaró a Maduro en «usurpación» del poder, al considerar fraudulenta su reelección, tras lo cual Guaidó se juramentó como presidente interino.

– Desplazar a Guaidó –  

La oposición y el gobierno mantenían negociaciones en las que Guaidó exigía nuevas elecciones presidenciales, pero los diálogos fueron congelados por Maduro el 7 de agosto en rechazo a duras sanciones económicas de Estados Unidos, principal apoyo internacional de Guaidó.

El opositor sostiene que el gobierno socialista, que encara un abrumador rechazo popular según encuestas, en realidad abandonó la mesa por su negativa a nuevos comicios.

Este lunes, Guaidó reveló su propuesta en Barbados: la «salida de Maduro», su «separación de la presidencia encargada» y la conformación de un «consejo de gobierno» que diera entrada a ayuda humanitaria y convocara a elecciones.

Dirigentes opositores rechazaron el pacto, que plantea un nuevo Consejo Nacional Electoral (CNE), la posible excarcelación de opositores y un canje de crudo por alimentos y medicinas.

Ese acuerdo «sólo busca mantener a Maduro en (el palacio presidencial de) Miraflores», afirmó el diputado Carlos Berrizbeitia.

Guaidó, por mucho el líder más popular de la oposición, ha perdido sin embargo fuerza en los últimos meses e incluso enfrenta la presión de partidarios que le reprochan haberle dado «oxígeno» a Maduro en Barbados y le exigen buscar cooperación militar.

«Se busca desplazar a la figura de Guaidó, muy atacada ya por otro sector de la oposición más radical. Hoy se ha formalizado la existencia de una tercera oposición a la medida del gobierno», comentó a la AFP Andrés Cañizalez, experto en comunicación política.

A su juicio, este movimiento de Maduro -apoyado por los militares, Rusia y China- dilata la solución de la crisis y le da «garantías de permanecer en el poder, con la idea de que una oposición que lo reconoce le otorga cierto nivel de legitimidad».

Entre los partidos que firmaron el documento se encuentran los del excandidato presidencial Henry Falcón y los dirigentes Timoteo Zambrano y Claudio Fermín, a quienes opositores vinculan frecuentemente con el chavismo.