Washington (AFP) – Estados Unidos y México acordaron el jueves trabajar para fortalecer las cadenas de suministro y para promover inversiones que permitan frenar la migración irregular, al reactivar el Diálogo Económico de Alto Nivel (DEAN), un mecanismo bilateral interrumpido durante la era Trump.

Además, se comprometieron a mejorar el flujo de datos transfronterizos, así como construir una fuerza laboral más inclusiva y competitiva, e integrar a las pequeñas y medianas empresas a las cadenas de valor regionales, según comunicados emitidos por ambos gobiernos.

La primera reunión del DEAN desde 2016, realizada de manera presencial en Washington, fue convenida en marzo entre el presidente Joe Biden y su homólogo mexicano, Andrés Manuel López Obrador, para relanzar un encuentro anual iniciado en 2013 pero nunca convocado durante la administración de Donald Trump.

«La estabilidad económica de México es del interés de Estados Unidos», dijo la vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris, definiendo al vecino como «un socio estratégico» al recibir a la delegación mexicana en el edificio Eisenhower, al lado de la Casa Blanca.

«Juntos fortaleceremos la capacidad de recuperación de las cadenas de suministro. Juntos modernizaremos la infraestructura», aseguró, tras advertir los retos que suponen la pandemia de covid-19 y el cambio climático.

«Invertiremos en capacidades de desarrollo inclusivo y verde y crearemos empleos para la gente del sur de México y Centroamérica», prometió.

«Este diálogo es sobre la visión de futuro, la visión común de la región, y las iniciativas que podemos tomar en el corto plazo para construir ese futuro», dijo, a su turno, el canciller mexicano, Marcelo Ebrard.

Cuatro pilares –

La reunión tuvo lugar tras la visita de Harris a México en junio, enfocada en la migración irregular -mayoritariamente de personas de Honduras, El Salvador y Guatemala- hacia la frontera de Estados Unidos, uno de los principales temas de la agenda biletaral.

El DEAN «impulsa la mejora de la creación de empleo, la competitividad global y la reducción de la pobreza y las desigualdades, y eso beneficia tanto a los ciudadanos estadounidenses como a los mexicanos», dijo a periodistas el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, al término del encuentro.

Cuatro pilares pautaron la cita.

En primer lugar, reconstruir juntos, que apunta a la resiliencia en las cadenas de suministro y a la infraestructura fronteriza. En segundo lugar, promover del desarrollo económico y social sostenible en el sur de México y Centroamérica, para atender las causas estructurales del éxodo al norte.

También se planteó asegurar las herramientas para la prosperidad futura, en particular para mitigar las amenazas cibernéticas; e invertir en la gente en pos de una economía más igualitaria.

«Vamos a una competencia cada vez mayor a nivel global; Estados Unidos definió cuatro áreas estratégicas prioritarias; México va a participar en ellas por voluntad propia (…) y vamos a tener un crecimiento acelerado de la inversión en nusetro país. En esencia de eso se trató el diálogo de hoy», declaró Ebrard en rueda de prensa.

«Fue una reunión exitosa», afirmó, y anunció que en noviembre se revisará el cumplimiento de las metas acordadas.

Inversión, visas y carta –

Ebrard dijo también que le entregó a su homólogo, Antony Blinken, una carta de López Obrador dirigida a Biden con dos propuestas para Centroamérica y el sur de México: invertir en la región y otorgar más visas de trabajo para que haya una vía legal para la migración.

Según el comunicado del gobierno mexicano, Estados Unidos colaborará con México en los programas «Sembrando Vida» y «Jóvenes Construyendo el Futuro» en la región.

El tema migratorio estuvo sobre la mesa, pero según Ebrard no se trató la reciente decisión de la Corte Suprema estadounidense de ordenar la reactivación del programa «Quédate en México», que obliga a los solicitantes de asilo a esperar en territorio mexicano su cita ante tribunales.

«Hemos estado hablando con los mexicanos de buena fe para tratar de encontrar una manera de avanzar en eso de acuerdo con la decisión de la corte», dijo a periodistas un alto funcionario estadounidense, antes de la reunión.

Según el responsable, que habló bajo condición de anonimato, el DEAN es una oportunidad de «institucionalizar» la relación económica.

En ese sentido, remarcó que la administración Biden-Harris aborda la relación con México «de manera constructiva», en lugar de «usar acciones punitivas». En 2019, Trump amenazó con aplicar aranceles a las exportaciones mexicanas si el gobierno de López Obrador no disminuía el flujo de la migración.

Las secretarias de Comercio de Estados Unidos, Gina Raimondo, y de Economía de México, Tatiana Clouthier, resaltaron la importancia del DEAN para mejorar la competitividad a nivel mundial.

«El DEAN será complementario al T-MEC ya que ayudará a crear las condiciones adecuadas para fortalecer aún más nuestra integración económica», dijo Clouthier, sobre el Tratado México-Estados Unidos Canadá (T-MEC), en vigor desde julio de 2020 en reemplazo del TLCAN.

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