Lima (AFP) – La conflictiva coyuntura política y de derechos humanos en Nicaragua y la aguda situación sanitaria y social en Haití serán abordadas en la Asamblea General de la OEA, que cierra este viernes en Lima.

En el foro hemisférico se prevé que se debata una resolución impulsada por Canadá que busca responsabilizar al gobierno de Nicaragua por los abusos a los derechos humanos.

«Debemos responsabilizar al régimen de (Daniel) Ortega por las atroces violaciones a los derechos humanos y persecuciones políticas en Nicaragua, lo que contribuye a una crisis migratoria regional», dijo el jueves Mélanie Joly, ministra de Asuntos Exteriores de Canadá ante la plenaria de la Organización de los Estados Americanos.

La comunidad internacional ha condenado al gobierno de Nicaragua por reprimir duramente protestas, así como por la reelección hace casi un año de Daniel Ortega para un cuarto período consecutivo con todos sus potenciales rivales presos o en el exilio.

Luego de que la OEA desconociera esa reelección, Nicaragua anunció su salida del organismo y en abril de este año expulsó a sus representantes en Managua.

«La impunidad no es una opción. Como naciones de la OEA, depende de nosotros luchar por los derechos humanos alrededor del mundo, y especialmente en Irán, Nicaragua y Haití», agregó Joly en Twitter.

En Haití, donde la ONU advierte del riesgo de una epidemia de cólera en medio de la inestable situación sociopolítica, Canadá y Estados Unidos desplegan esfuerzos diplomáticos para promover una solución duradera y dialogada.

La ONU pidió el jueves la creación de un corredor humanitario para mitigar el bloqueo de la principal terminal de importación de combustible en Haití y así reanudar los servicios y volver a disponer de agua potable.

«El apoyo internacional es crucial para garantizar un más estable, democrático y próspero futuro para Haití», dijo el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, en Twitter, presente en la Asamblea de la OEA.

«El tráfico ilícito de armas pequeñas y municiones» hacia Haití debe prohibirse, expresó por su parte Roberto Álvarez, canciller de República Dominicana, vecino del país asolado por la inseguridad, las manifestaciones y los saqueos.

Álvarez dijo, no obstante, que «la más duradera y consistente respuesta debería venir de los haitianos».

Protestas contra «OEA atea» –

La Asamblea emitirá al cierre la Declaración de Lima, que previsiblemente girará en torno a la desigualdad y la discriminación, temas centrales de la reunión propuestos por el anfitrión Perú.

El secretario general de la OEA, Luis Almagro, dijo en la inauguración del encuentro el miércoles que «la discriminación surge de la conciencia de clase alta, del machismo, de la conciencia de la piel blanca (…) se discrimina a pobres, mujeres, población LGBTI».

Activistas de grupos religiosos ultraconservadores locales protestaron el jueves en las calles de la capital peruana en rechazo a la «agenda progresista de la OEA».

«¡La OEA es atea, te quiere sin Dios y sin familia!», gritaron durante la manifestación que se dirigió a la sede del evento continental con consignas contra el aborto y la «ideología de género».

Migración –

Al margen de la cita de la OEA, Blinken, anunció nueva asistencia humanitaria y de seguridad para Latinoamérica por más de 240 millones de dólares.

La ayuda está destinada a asistir a los países de la región para financiar la acogida de migrantes y refugiados venezolanos, precisó el Departamento de Estado.

Panamá y Costa Rica expresaron ante la OEA que la región debe hacer frente al «drama humano que se está viviendo todos los días» con los migrantes, según la canciller panameña, Érika Mouyne.

Mouyne relató la historia de una migrante venezolana que cruzó la selva del Darién, entre Panamá y Colombia, con cinco niños que padecieron enfermedades como fiebre, vómito y diarrea.

Costa Rica hizo un llamado a que «busquemos conjuntamente respuestas a este creciente desafío regional».

Washington espera que la OEA examine también una declaración sobre los derechos humanos en Venezuela, cuyo presidente, Nicolás Maduro, no es reconocido por el bloque regional tras reelegirse en 2018.

La OEA rechazó el jueves una petición de once países -la mayoría caribeños- impulsada por Antigua y Barbuda de tratar un proyecto de resolución para revocar las credenciales del representante de Venezuela, que desde 2019 es un delegado del líder opositor Juan Guaidó.

La iniciativa solo alcanzó 19 votos a favor de los 24 requeridos (dos tercios) para ser incluida en el temario.

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