París (AFP) – La llegada al París SG del ídolo Leo Messi ha estrechado los vínculos entre el país sudamericano y la capital francesa, la ciudad de moda para los argentinos, en la cual perciben una ola de entusiasmo por la leyenda del fútbol.

París vive al ritmo de la ‘Messimanía’ desde que la Pulga decidió en agosto fichar por el PSG luego de 21 años en el FC Barcelona.

«El embajador N.1 de Argentina en el mundo es Leo», explica para la AFP Mauricio Pochettino, originario al igual que Messi de la región de Rosario.

Para los argentinos instalados en París es como si un «extraterrestre» hubiese venido a visitarlos, bromea Carlos Muguruza, propietario del restaurante ‘Volver’, una de las fondas en las que no es extraño ver a futbolistas del PSG desde hace diez años.

Cuando escuchó el anuncio del fichaje, este restaurador creyó en un primer momento que se trataba de «una broma».

«Genera una atracción especial. Es lo mejor que nos ha pasado en un año y medio de infierno, de pandemia», asegura.

De hecho, si Buenos Aires es a veces conocido como el París de Sudamérica, París podría ser ahora el Buenos Aires de Europa.

Además de Messi, la presencia de Ángel Di María, de Leandro Paredes, de Mauro Icardi y del entrenador Pochettino hacen del PSG un club con marcados tintes ‘albicelestes’.

‘Movimiento de empatía’ –

«No sé por qué, pero los argentinos están a gusto en París, hay una buena armonía», afirma Gonzalo Quesada, entrenador argentino del Stade Français de rugby.

«Con algunos nos cruzamos a menudo. Ahora es más con Icardi. Compartimos pasiones, como el caballo», añade.

Su amistad mantiene el espíritu de una comunidad de deportistas argentinos a los que les gusta reunirse en torno a un asado. Javier Pastore y Ezequiel Lavezzi ayudaron a lanzar el movimiento a principios de la década pasada.

«Todavía no he podido reunirme (con los otros argentinos), con el confinamiento ha sido difícil vernos», desvela Pochettino, que llegó en enero.

Hoy, este país de 45 millones de habitantes, y casi el mismo número de aficionados al fútbol, tiene los ojos puestos en el Parque de los Príncipes.

Los expatriados que viven en la región parisina, unas 16.000 personas de las 20.000 que residen en Francia, ya se aprovechan del ‘Messi show’.

«Su llegada fue una locura. Todos estamos muy felices de verlo en París», declara Paulina Buyatti, quien colaboró con varios medios argentinos en el momento de la firma del ídolo de Rosario.

«Fue una emoción particular» verlo jugar, asegura Andrés Gagliano, que vio en la grada el debut de Messi en el Parque de los Príncipes, contra el Lyon (2-1), vestido con la remera de la selección argentina.

30 empanadas –

«Voy a intentar ver todos los partidos» en la tele o en el estadio, prosigue este aficionado de Boca Juniors, ingeniero biomédico, quien destaca que sus colegas le preguntan más sobre su país natal.

Pero más allá del componente deportivo, «hay un movimiento de empatía que da relevancia al país», asegura Leonardo Costantino, embajador de Argentina en Francia.

«Francia y Argentina, son 200 años de vínculos de amistad, en los planos político, cultural, deportivo o científico», explica.

El diplomático se vio con Messi después de la presentación del jugador ante el público, el 14 de agosto, en el marco del PSG-Estrasburgo. «Tiene la humildad de un grande. Es más que un jugador de fútbol. Nos inspira con su inmenso talento», recuerda.

Enrique Zanoni, cofundador de los restaurantes ‘Clásico Argentino’, ofreció un guiño al dorsal de Messi (30) con una oferta de 30 empanadas para el primer partido de Liga de Campeones de la supersestrella.

Carlos Muguruza, por su parte, se prepara para acoger al astro en su restaurante. «Es la humildad en persona». ¿Y que le serviría? «Un buen trozo de carne para compartir, unas buenas patatas fritas, la salsa chimichurri, cosas sencillas».

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