Lima (AFP) – Cientos de manifestantes opositores marcharon por las calles del centro de Lima este sábado, exigiendo al presidente peruano, Pedro Castillo, que renuncie por considerarlo responsable en diversos casos de corrupción.

«¡Fuera Castillo, fuera!» y «¡el pueblo se respeta, queremos la vacancia!» fueron algunas de las consignas durante la protesta, que recorrió unos 4 kilómetros con banderas peruanas y pancartas que enarbolaban la salida del poder del mandatario.

«Lo que se está viendo es la punta del iceberg de una corrupción brutal que no se vio antes, y que ahora estamos viviendo. Se está viendo el desapego a la democracia», dijo Enrique Quintanilla, un jubilado de 63 años, a la AFP.

La marcha intentó llegar hasta el Palacio de Gobierno peruano, pero fue detenida por barreras de rejas metálicas instaladas por la policía en las calles aledañas.

Allí se produjeron algunos forcejeos entre manifestantes y policías, quienes lanzaron gases lacrimógenos para contener la situación y dispersar el tumulto.

Perú atraviesa una aguda crisis política en la que Castillo, en el poder desde julio de 2021 para un mandato de cinco años, ha debido enfrentar dos intentos de destitución por parte del Congreso -dominado por la oposición-, y responder a seis investigaciones fiscales por presunta corrupción suya y de su círculo familiar y político más cercano.

«El pueblo va a marchar (…) y lo vamos a sacar si es que el Congreso no lo saca, ellos que nos deberían representar no lo están haciendo», afirmó Masiel Melgar, una manifestante de 52 años de edad.

Esta semana la Fiscalía denunció a Castillo formalmente ante el Parlamento por presunta corrupción, un proceso que puede conducir a un antejuicio político y la suspensión del presidente.

Castillo, maestro rural, niega que su familia haya cometido delitos y dice ser víctima de una campaña para sacarlo del poder.

El mandatario calificó la denuncia de la Fiscalía como un «golpe de Estado».

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