McAllen (Estados Unidos) (AFP) – Mayra Flores hizo historia como la primera mexicana en llegar al Congreso de Estados Unidos arrancando, de paso, un curul al partido Demócrata en el sur de Texas. Los votantes, muchos de ellos migrantes latinos, paradójicamente la eligieron por defender el cierre de la frontera.

La republicana de 36 años, cuyo lema de campaña es «Dios, familia, patria», encabeza la ofensiva conservadora en el estado fronterizo para las parlamentarias de noviembre.

Flores venció en la elección especial de junio para reemplazar la banca del retirado demócrata Filemon Vela, y ahora busca la permanencia. Mientras, sus colegas republicanas Mónica De La Cruz, Cassy García y Carmen María Montiel pelean por espacios en el Congreso que durante décadas estuvieron en manos de los demócratas.

Para ello apelan directamente a una comunidad de migrantes e hijos de migrantes que pide en spanglish ampliar el muro que separa a su país adoptivo de América Latina.

«Es bueno tener a alguien que represente nuestra visión sobre migración», opina Sara Rodríguez, votante de Flores. «Creo que hay mucha gente viniendo a través del Río Grande, especialmente aquí en el sur, y siento que es muy peligroso aquí ahora».

«¡Ola roja! ¡Ola roja», coreaban sus votantes, muchos vistiendo botas y sombreros de ala ancha, en uno de sus mítines en McAllen que cerró a ritmo de mariachi.

«Los demócratas nos dieron por sentado en cada elección», dijo Flores a AFP. «Ellos se alejaron de la comunidad hispana».

«No son malos» –

Los demócratas capitalizaron por décadas el voto latino, que en los años 1990 fue clave para transformar a California en un estado azul.

Pero en el sur de Texas, donde este año por primera vez los hispanos o latinos (40,2%) superaron a los blancos no latinos o hispanos (39,4%), su liderazgo ha disminuido gradualmente.

En 2020, Donald Trump, con su furibundo discurso anti-inmigración, redujo de 33 a 17 puntos porcentuales la brecha entre rojos y azules en los condados fronterizos con México.

Las candidatas republicanas acoplaron esta verborrea nacionalista a favor del muro, pero en vez de mencionar al expresidente, centran su campaña en su arraigo en la comunidad.

«Es importante que tengas gente que vive en la frontera, que entiende la frontera, representando la frontera», dijo Mónica de La Cruz, con chances de conquistar el distrito 15 de Texas, en manos demócratas desde hace más de un siglo.

Jesús Contreras, un mexicano naturalizado estadounidense en los años 1990, votará por ella luego de décadas apoyando a los demócratas. «Mis padres me enseñaron ‘los republicanos son malos'», dice alternando inglés y español. «Pero no son».

Contreras abandonó el partido azul por considerarlo laxo con los migrantes y por el alto costo de la vida.

«Ellos [los demócratas] dicen que los migrantes que cruzan [desde México] contribuyen a la economía. ¿Cómo? ¿Pagan impuestos? He pagado impuestos toda mi vida, pero claro, ellos vienen y se llevan los beneficios de mi trabajo duro. No me parece».

«Inadmisible» –

Las autoridades estadounidenses registraron entre octubre de 2021 y agosto de 2022 más de 2 millones de «encuentros fronterizos», el mayor número de la serie histórica que no se traduce en migrantes, debido a que muchas personas intentan varias veces ingresar al país vía México.

Muchos piden asilo, afirmando huir de condiciones críticas de países como Guatemala, Cuba, Nicaragua y Venezuela, este último sin relaciones diplomáticas con Washington y que vio una explosión de casos con más de 180.000 venezolanos interceptados en la frontera sur de Estados Unidos en un año.

Esto es «inadmisible» para la exreina de belleza Carmen María Montiel, que aspira a ser la primera venezolana en llegar al Congreso de Estados Unidos.

«Mis constituyentes quieren que se cierre la frontera, que haya una migración legal», dijo a AFP la candidata por el distrito 18, en Houston. «Así sean venezolanos, yo no estoy de acuerdo con que alguien entre en este país rompiendo las leyes».

Al sur, en la fronteriza Laredo, donde la latina Cassy García también pelea un curul para el partido Republicano, los electores consultados por AFP se definieron demócratas, principalmente por respaldar una posición humanitaria en el tema migratorio.

«Esto aquí no es peligroso, los migrantes vienen a trabajar», dijo Gustavo Hernández, un taxista que llegó hace 25 años de la vecina mexicana Nuevo Laredo. «Deberían revisarles su histórico en el puerto de entrada y dejarlos entrar, ellos apenas vienen de la pobreza», agregó.

«Es necesario que todos salgan a votar. Pienso que [Joe] Biden ha hecho muchas cosas buenas y que está tratando de hacer todo lo posible para ayudar a los inmigrantes, pero el gobernador [republicano Greg Abbott] nos pone muchas restricciones», dijo la trabajadora pública Sandra Ibarra antes de entrar a la misa del mediodía de la catedral de Laredo.

Mientras el sermón del padre, al fondo, abogaba por «ayudar a los más necesitados», Ibarra reflexionaba sobre el momento como crítico: «Estamos en una encrucijada».

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